Que buscará las 'Ondas de Einstein' en el espacio, las tres naves espaciales de 'Lisa', que tendrán contribución española, comenzarán a construirse en 2025 y que está previsto que se lancen diez años después...
El Comité del Programa Científico de la Agencia Espacial Europea (ESA) ha aprobado este jueves la misión LISA (Laser Interferometer Space Antenna), el primer esfuerzo científico para detectar y estudiar ondas gravitacionales desde el espacio. La misión, que tendrá contribución española, comenzará a construirse en 2025 y se lanzará previsiblemente diez años después en un cohete Ariane 6. LISA es, en realidad, una constelación de tres naves que seguirán la órbita de la Tierra alrededor del Sol, formando un triángulo equilátero extremadamente preciso en el espacio. Cada lado del triángulo tendrá 2,5 millones de kilómetros de largo (más de seis veces la distancia entre la Tierra y la Luna), y las naves intercambiarán rayos láser a lo largo de esta distancia. El triplete detectará a través de todo el universo las ondas gravitacionales, unas ondas minúsculas predichas hace poco más de un siglo por Einstein que sacuden el tejido del espacio-tiempo y son provocadas por objetos masivos que se aceleran, como la colisión de enormes agujeros negros en los centros de las galaxias. Esto permitirá al equipo rastrear el origen de estos objetos, representar su crecimiento hasta alcanzar millones de veces más masa que la del Sol y determinar el papel que desempeñan en la evolución de las galaxias. «LISA es un esfuerzo que nunca antes se había intentado. Utilizando rayos láser a distancias de decenas de kilómetros, la instrumentación terrestre puede detectar ondas gravitacionales procedentes de eventos que involucran objetos del tamaño de las estrellas, como explosiones de supernovas o fusiones de estrellas hiperdensas y agujeros negros de masa estelar. Para ampliar las fronteras de los estudios gravitacionales debemos ir al espacio», explica Nora Lützgendorf, científica líder del proyecto LISA. La misión está preparada para capturar el sonido gravitacional de los momentos iniciales de nuestro universo, que predicen las teorías actuales, y ofrecer un atisbo directo de los primeros segundos después del Big Bang. Además, puesto que las ondas gravitacionales contienen información sobre la distancia de los objetos que las emitieron, LISA ayudará al equipo a medir el cambio en la expansión del universo con un criterio diferente a las técnicas utilizadas por la misión espacial Euclid y otros estudios, validando sus resultados. En nuestra galaxia, LISA detectará muchos objetos compactos fusionándose, como enanas blancas o estrellas de neutrones, y nos brindará una visión única de las etapas finales de la evolución de estos sistemas. Al identificar su posición y distancias, mejorará nuestra comprensión de la estructura de la Vía Láctea. Leer el articulo completo, clic! enlace: ABC.es / Ciencia |