La posibilidad de encontrar restos de otras civilizaciones en los planetas errantes. El astrofísico 'Avi Loeb' explica que además de buscar en las otras 'Tierras' de la galaxia, hay que mirar también en planetas donde su presencia parece imposible...
Lo habitual es buscar señales de vida en planetas rocosos en la zona habitable de su estrella anfitriona. Allí, la superficie del planeta no es ni demasiado caliente ni demasiado fría, lo que permite la química de la vida en agua líquida en presencia de una atmósfera suficientemente densa. Uno podría imaginar que otras formas de vida tal como las conocemos prosperan en otros fluidos. La misión Dragonfly de la NASA, cuyo lanzamiento está previsto para julio de 2028, buscará signos de vida en los océanos líquidos, lagos y ríos de metano y etano de la superficie de Titán, una luna de Saturno. La temperatura de la superficie de Titán es un tercio de la de la Tierra, de 90 a 94 grados Kelvin. Como lo mostré en un estudio publicado con mi antiguo posdoctorado, Manasvi Lingam, podría existir vida en el agua líquida debajo de la superficie helada de objetos aún más fríos. Cualquier forma de vida que nazca bajo una capa de hielo opaca nunca vería las estrellas y tal vez nunca contemplaría la ciencia y la tecnología para los viajes interestelares. Sin embargo, una civilización tecnológica como la nuestra, que se ha fijado en las estrellas desde sus inicios, es capaz de construir cohetes que alcancen otras estrellas. A pesar de los imaginativos guiones de las películas de ciencia ficción, los viajes interestelares son largos, aburridos y peligrosos. Con la propulsión química, tardan de millones a miles de millones de años, y los agujeros perforados por impactos de rayos cósmicos energéticos o micrometeoritos podrían tener consecuencias devastadoras para las entidades biológicas. Tiene más sentido lanzar objetos puramente tecnológicos con inteligencia artificial para viajes interestelares, que astronautas biológicos con inteligencia natural. Los objetos tecnológicos podrían potencialmente aterrizar en cualquier superficie, incluidas las de planetas no habitables. A través del disco de la Vía Láctea, el tiempo de viaje de las señales de comunicación desde destinos distantes hasta sus emisores sería de decenas de milenios a la velocidad de la luz. Dado que el tiempo de propagación de la señal es mayor que la historia humana registrada, tendría más sentido que los viajeros interestelares tecnológicos fueran autónomos. Después de aterrizar en una superficie planetaria sólida, los embajadores tecnológicos podrían ser programados para construir infraestructuras a partir de las materias primas que encuentren cerca del lugar de aterrizaje. Las construcciones que realicen marcarían la propiedad de los recursos locales. También podría señalar la prominencia tecnológica de los remitentes. En tal caso, la motivación de los remitentes se haría eco del sentimiento expresado por el presidente Donald Trump durante un discurso ante la sesión conjunta del Congreso de los Estados Unidos el 5 de marzo de 2025: “Vamos a conquistar las vastas fronteras de la ciencia, llevaremos a la humanidad al espacio y plantaremos la bandera estadounidense en el planeta Marte e incluso mucho más allá” Dadas estas posibilidades, los astrónomos también deberían buscar infraestructuras tecnológicas en planetas que no sean propicios para la vida. Las ubicaciones podrían incluir planetas que flotan libremente en todo el espacio interestelar sin ninguna estrella cerca de ellos. Estos planetas rebeldes se han descubierto durante las últimas dos décadas como lupas de la luz emitida por las estrellas de fondo a través de microlentes gravitacionales, y su abundancia podría ser más grande que la de los planetas unidos a estrellas. Los planetas errantes podrían haber sido expulsados gravitacionalmente de sus lugares de nacimiento debido a inestabilidades dinámicas. Algunos de ellos podrían ser planetas congelados similares a la Tierra, mundos que ofrecen recursos minerales de manera similar a sus análogos alrededor de las estrellas. Leer el articulo completo, clic! enlace: 👇 El Confidencial.com / Ciencia |