Y en Urano, y el fenómeno se puede recrear con una simple botella de plástico, un equipo internacional ha utilizado destellos láser para simular el interior de los planetas de hielo, creando a su vez un nuevo proceso para producir diamantes minúsculos...
Las condiciones en el interior de planetas como Neptuno y Urano son extremas: aunque sean gigantes helados, en su interior las temperaturas alcanzan varios miles de grados centígrados y la presión es millones de veces mayor que en la atmósfera terrestre. Se cree que estas peculiares condiciones provocan se separen los compuestos de los hidrocarburos, entre ellos el carbono, y que las altas presiones compriman estas moléculas convirtiéndolo en diamante, hundiéndose de forma inexorable hacia los núcleos planetarios. Ahora, un equipo internacional encabezado por el laboratorio Helmholtz-Zentrum Dresden-Rossendorf, la Universidad de Rostock (ambos centros en Alemania) y la École Polytechnique (Francia) ha podido probar lo que ocurre a miles de millones de kilómetros en algo tan sencillo como una simple botella de plástico. Y es más: han ideado una nueva forma de recrear algo parecido a esa 'lluvia' de pequeños diamantes que ocurre en el interior de esos planetas y recolectarlos para aplicaciones que pueden ser la base de futuros tratamientos médicos o de los prometedores ordenadores cuánticos. Los resultados acaban de publicarse en la revista 'Science Advances'. Las condiciones en el interior de planetas gigantes helados se pueden recrear fugazmente en el laboratorio: potentes destellos láser golpean una muestra de material con forma de película, la calientan hasta 6.000 grados centígrados en un abrir y cerrar de ojos y generan una onda de choque que comprime el material durante unos nanosegundos a un millón de veces la presión atmosférica. «Hasta ahora, usábamos películas de hidrocarburos para este tipo de experimentos», explica Dominik Kraus, físico de HZDR y profesor de la Universidad de Rostock. «Y descubrimos que esta presión extrema producía pequeños diamantes, conocidos como nanodiamantes». Sin embargo, con estas películas solo fue posible simular parcialmente el interior de los planetas, porque los gigantes de hielo no solo contienen carbono e hidrógeno, sino también grandes cantidades de oxígeno. Al buscar el material adecuado para la película, el grupo se sorprendió con lo bien que encajaba el PET, la resina con la que se fabrican las botellas de plástico ordinarias. «PET tiene un buen equilibrio entre carbono, hidrógeno y oxígeno para simular la actividad en los planetas de hielo», explica Kraus. El equipo realizó sus experimentos en el Laboratorio Nacional de Aceleradores SLAC en California, la ubicación de la fuente de luz coherente Linac (LCLS), un potente láser de rayos X basado en un acelerador. Lo usaron para analizar qué sucede cuando los destellos láser intensivos golpean una película de PET, empleando dos métodos de medición al mismo tiempo. Leer el articulo completo, clic! enlace: ABC.es / Ciencia |