Una luna de Júpiter recreada en el laboratorio ...
Fueron unas manchas rojizas y fracturas sobre la superficie helada de uno de los satélites de Júpiter, Europa, lo que llamó la atención a los astrónomos. Desde que las sondas Voyager y Galileo de la NASA detectaron estas estructuras geológicas en los años 70 y 80, diversas teorías se han elaborado para explicar por qué se producen sobre la gélida superficie de Europa, unos de los 67 satélites que giran en torno a Júpiter. La hipótesis más aceptada por los investigadores es la existencia de grandes océanos en su interior.
Ahora, científicas españolas del Centro de Astrobiología (CAB) del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han llevado a la práctica esta teoría simulando todos los fenómenos que podrían suceder en Europa, cuyo tamaño es parecido al de nuestra Luna. Los científicos consideran que, tras la blanca y gélida corteza del satélite, hay agua, gases disueltos y sales que ascienden a la superficie generando procesos de vulcanismo, parecidos a la Tierra, pero a temperaturas muy extremas.
Según explica Rafael Bachiller, director del Observatorio Astronómico Nacional, «se piensa que la superficie de esta luna está hecha de placas heladas que se desplazan sobre un océano líquido conmovimientos parecidos a los de la tectónica de las placas terrestres. Estas ideas están basadas en la observación de las grandes fracturas en la superficie y en la presencia de esas manchas rojizas o "pecas"que parecen haberse formado a partir de bloques de hielo calientes que han pasado por encima del hielo más frío de la corteza (un fenómeno similar a la salida del magma desde el interior a la superficie de la Tierra). Los procesos químicos son tales "pecas" criomagmáticas son los que estudian las investigadoras del CAB simulándolos en su laboratorio», detalla minuciosamente.
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