Son invisibles pero deben estar ahí para explicar el comportamiento de las estrellas vecinas, los que se han encontrado en el cúmulo globular NGC 6101 cambiarán las teorías sobre el crecimiento de los sistemas estelares ...
Los agujeros negros son muy interesante básicamente por dos motivos. Gracias a ellos los físicos pueden aprender sobre los límites de la gravedad en el mundo de las partículas cuánticas, y también gracias a ellos los astrónomos pueden investigar cómo se formaron las galaxias en el pasado.
Este jueves, un estudio publicado en la revista «Monthly Notices of the Royal Astronomical Society» ha averiguado que en una aburrida constelación observada por el telescopio espacial Hubble, hay un enjambre de centenares de agujeros negros que habían pasado desapercibidos. Lo interesante es que su existencia, no observada pero sí deducida, puede poner patas arriba las teorías sobre la evolución de las galaxias.
El hallazgo se ha producido en NGC 6101, un cúmulo globular, o sea, una acumulación esférica de estrellas muy viejas formada casi a la par que la Vía Láctea, situada en la constelación de Apus. La decrepitud de las estrellas hacían que la dinámica de esta región del Universo fuera bastante aburrida, pero las simulaciones informáticas mostraron que para explicar la forma actual de NGC 1601, hacía falta introducir en las ecuaciones a centenares de agujeros negros más pesados que el Sol.
Leer el articulo completo y ver el vídeo, clic! en el enlace: ABC.es / Ciencia |