Apuesto por la existencia de civilizaciones más inteligentes que la nuestra en otros planetas, somos ya muchos científicos los que pensamos así ...
«Es algo asombroso». A Kip Thorne se le iluminan los ojos y no puede contener su desbordante entusiasmo, cuando le pregunto por la Relatividad en la suite de su lujoso hotel londinense. Hace ahora un siglo, Albert Einstein removió los cimientos de la ciencia al proponer que el espacio y el tiempo no son fenómenos independientes, sino que forman un mismo tejido cósmico, el espacio-tiempo, que puede estirarse o contraerse como si fuera una cama elástica. «¡Fue una idea escandalosa en su época!», exclama Thorne.
Desde hace más de tres décadas, a este catedrático de Física Teórica en Caltech (Instituto Tecnológico de California) se le considera, junto a su amigo Stephen Hawking, uno de los mayores expertos mundiales en este campo. Pero además, en el último año la fama del profesor Thorne se ha disparado gracias a Interstellar, la película de Christopher Nolan cuyo guión fue elaborado con su asesoramiento científico.
La semana pasada, este brillante astrofísico visitó Londres para asistir a un pase muy especial del filme, que fue proyectado en el Royal Albert Hall mientras una orquesta tocaba su banda sonora en directo. Coincidiendo con el centenario de la Teoría de la Relatividad General, Thorne concedió a EL MUNDO esta entrevista exclusiva. |