Los investigadores de la sonda Planck creen que el patrón hallado en el cielo que podía indicar la rápida expansión del Universo fue influido por el polvo galáctico. Los resultados definitivos se conocerán a final de año ...
El pasado marzo, unos físicos estadounidenses liderados por el Centro Harvard-Smithsonian para la Astrofísica dieron a conocer el que era el anuncio científico del año e incluso, llegó a decirse, del siglo XXI. Habían detectado por primera vez ondas gravitacionales, pequeñas deformaciones en el tejido del espacio-tiempo, la prueba de que hace 13.800 millones de años, tras el Big Bang, se produjo la llamada inflación cósmica, es decir, la expansión exponencial del Universoen la primera fracción de segundo de su existencia. El anuncio fue también un «big bang» entre la comunidad científica, pero pronto surgieron dudas y este globo sí empezó a desinflarse. Los científicos más escépticos, entre ellos los investigadores de la misión Planck de la Agencia Espacial Europea (ESA), aducían que los resultados no habían tenido suficientemente en cuenta el polvo galáctico, que podía haber interferido en sus observaciones.
El estudio original, realizado a partir de datos del telescopio antártico BICEP2 (Background Imaging of Cosmic Extragalactic Polarization), afirmaba haber excluido posibles contaminantes, otras fuentes que podrían haber generado la misma señal, y que, por lo tanto, la observación debía considerarse genuina.
Ver el articulo completo en: ABC.es / Ciencia
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