Hace 50 años según un experto en astrobiología, la NASA aniqulló la vida en Marte al pensar que se comportaría igual que en la Tierra, algo que supuso una oportunidad perdida para la humanidad...
La misión Viking realizada por la NASA en 1976 podría haber encontrado indicios de vida extraterrestre en Marte, pero un error de procedimiento habría acabado con ella antes de que pudiera confirmarse. Así lo defiende Dirk Schulze-Makuch, profesor especializado en astrobiología y habitabilidad planetaria en la Universidad Técnica de Berlín. Durante esa misión, las sondas Viking 1 y Viking 2 llevaron a cabo una serie de experimentos para analizar el suelo marciano. Uno de los ensayos consistió en añadir una mezcla de agua y nutrientes marcados con carbono radiactivo al terreno. El objetivo era detectar actividad biológica mediante la emisión de gases como resultado de una posible metabolización. El primer resultado fue sorprendente: se observó una emisión de gas radiactivo. Sin embargo, las siguientes repeticiones del experimento no ofrecieron el mismo comportamiento. La comunidad científica de la época concluyó que el resultado inicial se debía a una reacción química provocada por la presencia de perclorato, un compuesto habitual en el suelo marciano. Según Schulze-Makuch, el fallo pudo estar en la metodología. Considera que la introducción de agua en un entorno extremadamente seco como Marte pudo haber sido letal para microorganismos que, en caso de existir, estarían adaptados a condiciones de máxima aridez. El astrobiólogo pone como ejemplo las formas de vida presentes en el desierto de Atacama, capaces de sobrevivir dentro de rocas salinas absorbiendo la humedad del aire. "Si un extraterrestre encontrase a un humano en el desierto y lo arrojara al océano pensando que necesita agua, probablemente lo mataría", dijo Schulze-Makuch a Space.com. En un estudio previo, el investigador también planteó que la supuesta vida marciana podría utilizar peróxido de hidrógeno en sus células, como una estrategia para soportar las condiciones extremas del planeta rojo. Esta sustancia facilitaría la captación de humedad y bajaría el punto de congelación, además de suministrar oxígeno. Sin embargo, los dispositivos del experimento Viking calentaban las muestras antes de analizarlas. Si las células contenían peróxido, este calor las habría destruido, generando grandes cantidades de dióxido de carbono, un gas que fue detectado por los instrumentos. Este hecho podría reinterpretarse como consecuencia directa de la descomposición de vida celular, en lugar de una simple reacción química. Leer el articulo completo, clic! enlace: 👇 El Confidencial.com / Ciencia |