El desplazamiento de las estrellas en el espacio, a medida que la Tierra se mueve alrededor del Sol, permite averiguar cuán lejos están de nosotros, este cálculo es el origen de los 'parsecs' ...
Tal vez, en alguna ocasión, te hayas planteado la siguiente cuestión: ¿Cómo se las arreglan los científicos para medir la distancia a las estrellas? Una pregunta tan aparentemente inocente, puede llevar a algún que otro quebradero de cabeza. Claramente, medir distancias estelares es muy distinto a la idea de medir que usamos a diario. Al contrario de lo que ocurre con los objetos cotidianos, no podemos coger un metro, poner un lado en la tierra, ir hasta la estrella en cuestión y ver que distancia marca. En definitiva, no podemos acercarnos o alejarnos de una estrella a placer. Tampoco podemos enviar señales y esperar a ver cuánto tarda el efecto «eco» en devolverlas. Aun suponiendo que fuéramos capaces de medirlas a la vuelta, ¡el tiempo de espera seria casi eterno! Básicamente, la única información de la que disponemos para medir la distancia a una estrella es la luz que nos envía, pero ¿es suficiente información? A continuación, se presenta un método clásico, por supuesto no es el único, que se utilizaba para hallar algunas distancias estelares. Dicho método recibe el nombre de paralaje y tiene su fundamento en la geometría clásica. El paralaje consiste en observar los desplazamientos que se producen en la posición aparente de las estrellas a medida que la Tierra se mueve alrededor del Sol, (ver Figura 1). Las estrellas más alejadas aparecen siempre fijas a lo largo de la órbita terrestre, mientras que las más cercanas sufren un desplazamiento aparente que se puede medir. Leer el articulo completo, clic! en el enlace: ABC.es / Ciencia |