El mismo evento que permitió ver por primera vez la fusión de dos estrellas de neutrones confirma que el Cosmos tiene entre 11.900 y 15.700 millones de años, por un equipo de 1.314 científicos ...
La detección directa de las ondas gravitacionales, esas perturbaciones en el espacio-tiempo que se mueven a la velocidad de la luz por todo el Cosmos, han supuesto una revolución en el mundo de la astrofísica. No solo han confirmado el modelo predicho por Albert Einstein, sino que además han proporcionado información sobre la formación masiva de estrellas, las explosiones de rayos gamma, la naturaleza de las estrellas de neutrones e incluso el origen de elementos muy pesados, como el oro. Y ahora han dado un nuevo chivatazo. Una sola de estas débiles ondas ha sido capaz de decirnos la edad del Universo: entre 11.900 y 15.700 millones de años. No es que no la supiéramos de antemano. Según los datos de la sonda Planck de la Agencia Espacial Europea (ESA), nuestro querido Cosmos tiene 13.820 millones de años. Esa indiscreción se conoce desde hace tiempo gracias a las observaciones de la radiación cósmica de fondo de microondas (CMBR) y los movimientos de las galaxias, pero esta nueva herramienta viene a confirmar los cálculos previos. Los astrónomos del Centro de astrofísica Harvard-Smithsonian (CfA), autores del nuevo hallazgo, fueron miembros de un equipo de 1.314 científicos de todo el mundo que lograron la primera imagen de la fusión de un par de estrellas de neutrones después de la detección de las ondas gravitacionales que había generado. El análisis de las ondas gravitacionales de ese evento, el quinto descubierto pero en gran medida único, permitió conocer la distancia a la que se encuentra su fuente, la galaxia anfitriona NGC4993, situada a unos 140 millones de años luz. Saber lo lejos que está y lo rápido que se está moviendo respecto a nosotros permite a los científicos calcular el tiempo transcurrido desde que comenzó la expansión: la edad del universo: entre 11.900 y 15.700 millones de años debido a las incertidumbres experimentales. Leer el articulo completo, clic! en el enlace: ABC.es / Ciencia |