Un gigantesco enjambre de galaxias a 250 millones de años luz de la Tierra, lo que encontramos no podía ser explicado por la Física conocida, "No podían creer en lo que estaban viendo" ...
"No podía creer en lo que estaba viendo", afirmaba Esra Bulbul, del Harvard Center for Astrophysics, tras comprobar una y cien veces sus instrumentos. Era el mes de Julio de 2014 y, según sus palabras, "lo que encontramos, a primera vista, no podía ser explicado por la Física conocida". En el momento de su hallazgo, la investigadora se encontraba trabajando junto a media docena de colegas.
Manejaba el telescopio espacial de rayos X Chandra y exploraba el cúmulo de Perseo, un gigantesco enjambre de galaxias a 250 millones de años luz de la Tierra. Imaginemos una nube de gas en la que cada átomo fuera una galaxia completa. Eso nos dará una idea del aspecto que tiene el cúmulo de Perseo, uno de los objetos más masivos del Universo conocido. Todo el cúmulo, además, está rodeado por una enorme "atmósfera" de plasma supercaliente. Y es ahí, en ese plasma, donde se originó el misterio.
La "atmósfera" del cúmulo está llena de iones de diversas sustancias y metales, cada uno de los cuales produce un "pico" o línea característica en el espectro de los rayos X. Esas líneas pueden ser observadas y estudiadas con el telescopio espacial Chandra, y dado que cada una de ellas corresponde a un elemento, el método se utiliza para averiguar de qué están hechos los objetos que los astrónomos observan en el espacio. "Todas las líneas -explica Bulbul-, se producen a niveles bien conocidos de energías de rayos X".
Sin embargo, en 2012, cuando Bulbul recopilaba los datos recogidos por Chandra durante una observación de 17 días, en el espectro surgió una línea que, sencillamente, no debería existir. "Apareció una línea en el rango de los 3,56 Kev (kiloelectronvoltios) -recuerda la investigadora- que no se correspondía con ninguna transición atómica conocida. Fue una enorme sorpresa".Leer el articulo completo, clic! en el enlace: ABC.es / Ciencia |