Los nuevos datos por el mayor 'Acelerador de Partículas' el (LHC) en Ginebra, muestran la señal de una posible partícula seis veces más masiva que el recién descubierto 'Bosón de Higgs' y su masa está entorno a los 750 Gigaelectronvoltios ...
Los nuevos datos acumulados en los últimos meses por el mayor acelerador de partículas del mundo, el LHC, apuntan a la posible existencia de una partícula desconocida con una masa unas seis veces mayor que el Bosón de Higgs. La existencia de la nueva partícula aún no se puede confirmar, pero el hecho de que los dos grandes detectores del LHC, ATLAS y CMS, hayan captado su rastro justo en el mismo rango de masas ha causado una enorme expectación hoy durante el acto de presentación de los nuevos datos en la sede del laboratorio europeo de física de partículas CERN.
Este año el LHC ha comenzado a funcionar al doble de potencia, adentrándose en un nuevo territorio de la física. Los nuevos indicios se basan en la observación de colisiones entre partículas que producen una desintegración en dos fotones. Es el mismo tipo de desintegración que sirvió para descubrir el bosón de Higgs en 2012. La masa de la nueva partícula está en torno a 750 Gigaelectronvoltios, es decir, seis veces más que el Higgs.
Aún es muy pronto para decir si la partícula existe o es un mero error estadístico, según explican varios físicos que trabajan en el CERN. Si la señal fuera real, supondría entrar de lleno en un nuevo ámbito de la física totalmente desconocido, más allá del modelo estándar, del que el Higgs era el último elemento que quedaba por descubrir.
Uno de los escenarios posibles en el que podrían encajar nuevas partículas es la supersimetría, una teoría que predice que cada partícula conocida tiene una gemela desconocida. “Esta partícula podría ser otro Higgs o cualquier otra cosa, pero aún es muy pronto para poder asegurar nada”, ha explicado esta tarde a Materia Mario Martínez, investigador principal del proyecto IFAE-ATLAS, después de asistir a la presentación de los datos en la sede del CERN. “Por ahora lo único que hemos visto ambos experimentos es un indicio, pero este puede desaparecer en cuanto recabemos más datos, es exactamente lo que sucedió antes con otros eventos similares”, advierte. “No podemos decir nada sólido, pero sin duda son datos ilusionantes”, reconoce.Leer el articulo completo, clic! en el enlace: ELPAÍS.com / Ciencia |