El pasado 8 de junio voló el segundo de los vuelos planeados del 'Desacelerador Supersónico de Baja Densidad' (LDSD) que ha sido llamado, y es así comúnmente conocido, con el nombre de 'Platillo Volante' ...
El LDSD está concebido como demostrador tecnológico para probar sistemas de frenado aerodinámico desde velocidades supersónicas (superiores a la del sonido) para su uso específico en la atmósfera de Marte. Estos sistemas consisten en un nuevo paracaídas de grandes dimensiones, así como un nuevo concepto de frenado mediante el despliegue de desaceleradores aerodinámicos hinchables. Pero, ¿por qué estos elementos de diseño son interesantes de cara a la exploración de Marte?
La reentrada, el descenso y el aterrizaje en Marte suponen desafíos de ingeniería de enorme magnitud, los cuales se ven acrecentados a medida que se desee enviar vehículos de mayor masa a la superficie marciana. Con diferencia, la principal razón de estas dificultades es la baja densidad de la atmósfera de Marte.
Cuando una sonda llega a Marte para aterrizar, típicamente realiza su entrada en la atmósfera a velocidades de unos cuantos kilómetros por segundo. Por ejemplo, el Laboratorio Científico para Marte (MSL - Mars Science Laboratory), que transportó al vehículo explorador Curiosity, efectuó una entrada en la atmósfera marciana a 5,8 km/s (20.880 km/h). Esta velocidad debe reducirse hasta llegar prácticamente a 0 km/s en el momento de posarse sobre la superficie.
Esta reducción de velocidad se podría hacer mediante el uso de motores cohete, pero el uso exclusivo de propulsión para realizar este frenado es poco recomendable ya que la cantidad de combustible que sería necesario transportar resultaría en una nave de una enorme masa, excesiva a efectos prácticos, lo que también complicaría su lanzamiento desde la Tierra y aumentaría significativamente todo su coste. Marte es un mundo con atmósfera (compuesta en su inmensa mayoría de dióxido de carbono), por lo que una aproximación más pragmática al problema consiste en utilizar la atmósfera marciana para frenar la nave, tal y como se hace con las naves que vuelven a la Tierra desde el espacio.
Ver el articulo completo en: ELMUNDO.es / Ciencia
|