Las montañas de Arizona, EE.UU., son conocidas por el gran número de observatorios espaciales que albergan. No obstante, uno de ellos no deja de crear polémica por su personal religioso, teniendo en cuenta además el estereotipo de que los mejores astrónomos son ateos ...
Se trata del Observatorio Vaticano, que se trasladó a Tucson, estado de Arizona (EE.UU.), en 1981, cuando la calidad del aire en Italia se deterioró tanto que las investigaciones de alta calidad del cielo se hicieron imposibles.
Los sacerdotes especializados en astronomía que trabajan en la institución señalan que investigar el universo los ayuda a "conectarse con el creador". "No, no estamos haciendo nada extraño. Estamos haciendo ciencia de verdad, no estamos buscando extraterrestres para evangelizar", explica el padre Paul Gabor, subdirector del Observatorio, a la cadena BBC.
Sin embargo, los escépticos no se fían de la misión de la Iglesia católica ya que, aseguran, buenos científicos no podrían formar parte de esta institución dado que en su mayoría son ateos. "Incluso desde un punto de vista intelectual, la ciencia y los principios de las religiones organizadas del mundo son completamente incompatibles. Lo llevan siendo cientos de años", destaca el físico Lawrence Krauss.
Los astrónomos del Observatorio de la Santa Sede, por su parte, rechazan estas críticas asegurando que los límites entre la ciencia y la religión son inexistentes. "Creo que la gente que se hace las grandes preguntas sobre la fe también está interesada en la astronomía porque se está haciendo preguntas muy fundamentales", dice el director del Observatorio Steward de la Universidad de Arizona, que colabora con el Observatorio Vaticano, Buell Jannuzi. Ver el articulo completo en: Actualidad.rt.com / Ciencia |