Tras un heroico viaje de 10 años, el módulo de investigación de la nave europea se posará el próximo miércoles sobre la superficie de 67P/Churyumov-Gerasimenko ...
Será, sin duda, la mayor y más importante misión espacial que contemple nuestra generación. Si todo marcha según lo previsto, el próximo miércoles la nave europea Rosetta, diseñada y operada por la Agencia Espacial Europea (ESA), liberará un pequeño módulo -Philae- que llevará a cabo el primer aterrizaje de la historia sobre la superficie de un cometa. Es una maniobra de alto riesgo que nunca se había intentado antes.
El viaje ha sido largo, y el desafío, enorme. La misión empezó a proyectarse hace más de veinte años, y hace diez, el 2 de marzo de 2004, fue lanzada al espacio. Desde entonces, la nave ha recorrido más de 6.200 millones de kilómetros hasta alcanzar su destino, el pasado mes de septiembre.
Una década, pues, es lo que ha tardado Rosetta en alcanzar el cometa 67P/ Churyumov-Gerasimenko. Diez años de los cuales ha permanecido más de dos (957 días) en estado de hibernación, para ahorrar energía durante su largo viaje. Los técnicos de la ESA despertaron a Rosetta el pasado agosto, justo a tiempo para prepararla para la fase más delicada de la misión: ponerse a la altura del cometa y navegar a su lado, igualando el paso, a apenas un puñado de kilómetros de distancia de su inestable superficie.
Ver el articulo completo en: ABC.es / Ciencia
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