Una supernova arrolladora ...
La comparación de imágenes en diferentes longitudes de onda revela que el remanente de una explosión de supernova conocido como G392 ha arrasado su entorno en la Vía Láctea. Durante su expansión, esta inmensa capa gaseosa ya ha barrido una masa equivalente a la de 45 soles.
Remanentes de supernovas
La zona de G352 en el ópticoDSS
Cuando una estrella masiva (con una masa mayor que unas ocho veces la del Sol) llega al final de su vida, agotando el combustible nuclear de su interior, produce una colosal explosión que se conoce con el nombre de supernova. En la explosión se eyectan al espacio las capas exteriores de la estrella y se forma una brillante nebulosa expansiva.
En nuestra galaxia, la Vía Láctea, estallan típicamente dos supernovas por siglo, por lo que tales nebulosas, los remanentes de supernova, son relativamente abundantes: se conocen unos 280 de ellos. Estos remanentes emiten en un amplio rango del espectro electromagnético: desde ondas de radio de energía baja hasta los rayos X y gamma de altísima energía.
La nebulosa conocida como G352.7-0.1 (G352 para abreviar), que se encuentra en la constelación de Escorpio a unos 24.000 años luz de distancia, fue identificada como remanente de supernova en los años 1970. Tiene un tamaño de uno 54 x 40 años luz, lo que hace posible el estudio de su estructura con buen detalle.
Ver el articulo completo en: ELMUNDO.es / Astronomía
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