Esta galaxia espiral situada a 150 millones de años luz de la Vía Láctea brilla de forma inusual gracias a un curioso y extraño fenómeno ...
La galaxia NGC 5793 es muy peculiar dentro del selectivo grupo de galaxias activas, también denominadas galaxias Seyfert, objetos cuyo núcleo es tan brillante que puede eclipsar al resto de la galaxia, normalmente espiral. Por ello, en algunas ocasiones, los astrónomos no pueden contemplar con claridad el resto de la galaxia salvo su propio núcleo.
El hecho de que galaxias como NGC 5793 tengan un núcleo tan brillante es debido a la existencia de un agujero negro supermasivo, que engulle a nebulosas, planetas y estrellas y que continuamente emite radiación visible e invisible en todas direcciones, de ahí el brillo tan extraordinario del núcleo, normalmente la caída de objetos nebulosos al interior de los agujeros negros hace que estos emitan radiaciones en el ultravioleta o rayos X, invisibles para el ojo humano. Estos agujeros negros pueden tener una masa de 1.000.000.000 de veces la solar. Este tipo de galaxias son como faros en el Universo, pues incrementan la luz normal de una galaxia en decenas, cientos o hasta mil veces.
NGC 5793 es una galaxia espiral situada a 150 millones de años luz de la Vía Láctea, visible con potentes telescopios en la constelación de Libra. Se trata de una galaxia débil en brillo, pues solo alcanza la 13,5 magnitud. Si no fuera por la luz que emite de su núcleo, solo sería observable con los mayores telescopios. Apenas es mayor de 1 minuto de arco en el cielo (1,7Žx 0,6Ž), lo que la hace también una galaxia aparentemente muy pequeña en el firmamento.
Pero esta galaxia, que presenta una gran franja oscura que parece partirla por la mitad, debido al polvo y el gas que se acumulan de forma masiva en los brazos espirales, es motivo de estudios astronómicos por otro curioso y extraño fenómeno que algunas galaxias producen, y en especial NGC 5793.
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