Ese es el día en el que la roca debería pasar cruzando el plano orbital de la Tierra y, si algo ha quedado de ella, se hará visible
Un equipo de astrónomos ha señalado que el próximo 16 de enero habrá una nueva oportunidad para comprobar si el cometa Ison ha sobrevivido o si, por el contrario, ha sucumbido definitivamente al calor del Sol. Ese es el día en el que la roca debería pasar cruzando el plano orbital de la Tierra y su observación será más fácil para los telescopios.
Los expertos han asegurado que en los alrededores de esa fecha estarán observando el cielo para poder captar "cualesquiera que sean" los posibles restos dejados por Ison.
A pesar de este optimismo, la NASA ya dio por muerto al cometa de manera oficial el pasado 11 de diciembre, después de que el 28 de noviembre tuviera su encuentro más próximo al Sol. Según explicó la agencia espacial, los datos recogidos de dicho evento detectaron una pérdida de masa de la roca antes de llegar al perihelio (el punto más cercano en la órbita de un cuerpo al Sol), lo que determina que no ha sobrevivido.
"El tamaño del núcleo de Ison podría ser como unos cinco o seis campos de fútbol. Este pequeño tamaño estaba cerca del límite de lo grande que Ison necesitaba ser para sobrevivir a su viaje alrededor del sol", destacó uno de los expertos que llevó a cabo este trabajo, Alfred McEwen.
Además, se ha estudiado la cola de polvo del cometa para entender mejor lo que sucedió. En este sentido, las observaciones realizados por el Observatorio Solar Terrestre STEREO (NASA) y el Observatorio Solar y Heliosférico SOHO (NASA/ESA), mostraron que se produjo muy poco polvo después de que el cometa pasara por el perihelio, lo que sugiere que el núcleo del cometa ya se había roto en ese momento. Ver el articulo completo en: ABC.es / Ciencia