La misión europea ha superado con éxito sus dos años y medio de hibernación en el espacio y está preparada para ser la primera en aterrizar en un cometa ...
La sonda espacial Rosetta de la Agencia Espacial Europea (ESA) dio sus primeras señales de actividad el pasado 20 de enero después de dos años y medio de sueño profundo a través de oscuras y frías zonas del espacio. La primera llamada a la Tierra se produjo con éxito, pero todavía quedaba por comprobar que todos los sistemas de la sonda hubieran resistido esa larga hibernación. Una semana después, los controladores de vuelo de la ESA han completado las primeras verificaciones del estado de la nave y están convencidos de que está «completamente despierta» y lista para afrontar el último tramo de su viaje de 10 años hacia el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko. Una vez allí, la misión será la primera en ponerse en órbita y aterrizar sobre este objeto celeste.
«Nuestra prioridad era medir la potencia eléctrica, queríamos saber si los paneles solares ya estaban generando suficiente energía como para llevar a cabo las tareas de reactivación previstas», explica Andrea Accomazzo, Responsable de las Operaciones del Satélite. «Aunque todavía se encuentre a 673 millones de kilómetros del Sol, ya dispone de potencia suficiente y sus paneles solares han superado la hibernación sin degradarse».
Desde entonces se ha llevado a cabo una serie de pruebas que han permitido determinar que todos los sistemas de la sonda están funcionando correctamente. La reactivación de tres de las cuatro ruedas de reacción –giróscopos que permiten controlar la orientación del satélite– se completó según lo previsto. La cuarta rueda se activará en las próximas semanas. “Estamos de nuevo en servicio con un satélite completamente operativo”, anuncia Andrea. Ver el articulo completo en: ABC.es / CIENCIA