El brillo de la roca espacial, que puede convertirse en una de las más espectaculares de la Historia, se ha intensificado súbitamente en su camino a su máximo aproximación al Sol ...
El cometa Ison, que algunos esperan que en diciembre se convierta en uno de los más espectaculares de la Historia, ha sorprendido a los astrónomos con un reciente estallido de actividad que ha aumentado considerablemente tanto su producción de gases como su brillo, hasta el punto de hacerlo observable a simple vista.
Investigadores del Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) participan en diversas campañas de observación diseñadas para estudiar el cometa antes y después de su paso por el perihelio, el momento de su máximo acercamiento al Sol el 28 de noviembre, y analizar sus características y actividad en detalle.
Los cometas, pequeños cuerpos sólidos helados, sufren modificaciones dramáticas según se aproximan al Sol y aumenta la temperatura: los hielos se calientan, evaporan (subliman) y arrastran consigo los granos de polvo, que al quedar libres reflejan la luz solar y dan lugar a la coma (la mancha difusa central que envuelve al núcleo) y las colas. Sin embargo, también pueden producirse episodios más violentos de actividad, en los que el brillo del cometa se intensifica súbitamente, como acaba de ocurrir en Ison.
El investigador de del IAA-CSIC, Pablo Santos, ha informado de un aumento de unas quince veces en la sublimación de ácido cianhídrico (HCN) en apenas cuarenta y ocho horas, y diversas fuentes apuntan también a un aumento de la sublimación de agua, todo lo que hace que el cometa sea ya prácticamente visible a simple vista sin instrumentos ópticos, siempre que sea un cielo con condiciones de visibilidad óptimas.
Ver el articulo completo en: ABC.es / Ciencia
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