Científicos sugieren que la nave, el artefacto humano enviado más lejos, ya ha atravesado la última frontera a 18.000 millones de km del Sol...
ABC.es / Ciencia
La sonda Voyager 1, lanzada al espacio por la NASA hace 35 años, por fin parece haber atravesado la frontera del Sistema Solar y se desplaza por una región desconocida que lleva al espacio interestelar, según un nuevo estudio dado a conocer por la Unión Americana de Geofísica y que será publicado en la revista Geophysical Research Letters. De esta forma, la nave habría abandonado la heliosfera, la burbuja de partículas cargadas que emite el Sol en todas direcciones y envuelve nuestro sistema planetario para adentrarse en un terreno nuevo al que nunca antes había llegado un artefacto humano.
El 25 de agosto de 2012, la Voyager 1 registró cambios drásticos en los niveles de radiación a unos 18.000 millones de kilómetros del Sol.Los rayos cósmicos atrapados en la heliosfera exterior casi desaparecieron y, al mismo tiempo, los rayos cósmicos galácticos -la radiación cósmica que llega desde el exterior del Sistema Solar- se dispararon a niveles nunca vistos desde el lanzamiento de la Voyager, prácticamente se duplicaron
«En solo unos pocos días, la intensidad de la radiación atrapada en la heliosfera disminuyó, y la intensidad de los rayos cósmicos subió como cabría esperar si se abandona la heliosfera», afirma Bill Webber, profesor de astronomía en la Universidad Estatal de Nuevo México en Las Cruces. En el artículo, los autores afirman que la Voyager 1 parece haber salido de la principal región dominada por el Sol, dejando al descubierto hidrógeno y helio, un espectro característico de lo que cabe esperar en el medio interestelar.
Sin embargo, señala Webber, los científicos siguen debatiendo si la Voyager 1 ha alcanzado el espacio interestelar o entrado en una región separada más allá del Sistema Solar. «Está fuera de la heliosfera normal, yo diría que eso», afirma Webber para mediar en la polémica. «Estamos en una nueva región. Y todo lo que estamos midiendo es diferente y emocionante».
Ver el articulo completo en: ABC.es / Ciencia