Consejos para no perderse el paso del objeto, que podría observarse a simple vista durante el atardecer...
ABC.es / Ciencia
Si febrero ha sido el mes del asteroide, marzo será el mes del cometa. Un cometa que llegará de mucho más allá de las órbitas de Neptuno y Plutón, donde el Sol apenas representa un punto de luz no mucho más brillante que otras estrellas y un vasto enjambre de cuerpos helados, la llamada Nube de Oort, rodea el Sistema Solar. El cometa, llamado PanStarrs, es muy esperado por los astrónomos y aficionados, ya que se espera que sea visible a simple vista cuando aparezca en los cielos del hemisferio norte. Pero los cometas son poco fiables, lo mismo supone un gran espectáculo que una decepción. De momento, se sabe que ha perdido algo de luminosidad, pero aún con eso puede resultar todo un show nocturno.
El cometa fue descubierto en junio de 2011 por el telescopio de observación panorámica que se encuentra sobre el volcán Haleakala en Hawaii, de cuyas siglas recibe su particular nombre. A principios de marzo, el cometa pasará a unos 100 millones de kilómetros de la Tierra a medida que se sumerja brevemente en el interior de la órbita de Mercurio. La mayoría de los expertos esperaba que se convierta en un objeto visible a simple vista casi tan brillante como las estrellas de la Osa Mayor.
Sin embargo, los cometas provenientes de la nube de Oort siempre son una incógnita. Debido a que ésta es la primera visita del PanStarrs, nunca antes ha sido puesto a prueba por el intenso calor y la fuerza gravitacional del Sol. Podría pasar que el material congelado del cometa escupa impresionantes chorros de gas y polvo en el cielo nocturno, lo que se traduce en una llamativa cola, pero también podría ocurrir que el cometa se colapse y resulte decepcionante.
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