El hallazgo inédito en el espacio que sorprende a los científicos, un estudio reciente de la Universidad de California en los Ángeles, ha demostrado la presencia de un planeta con su propia cola de gas de más de 500.000 kilómetros de extensión...
Vivimos en un mundo verdaderamente fascinante. Gracias a los avances de la comunidad científica en la actualidad, podemos conocer en mayor profundidad las propiedades de nuestro planeta, además del espacio exterior. Es aquí precisamente donde los investigadores están reuniendo cada vez más información, aumentando el conocimiento que la humanidad posee acerca de este. En este sentido, gracias a una nueva investigación llevada a cabo por estudiosos de la Universidad de California en Los Ángeles, se ha descubierto un planeta con una característica que lo hace diferenciarse de la mayoría de ejemplares observados. Y es que, al igual que nuestras mascotas caninas y felinas, este dispone de una larga cola que lo persigue allá donde va. Este cuerpo estelar recibe el nombre de WASP-69b, el cual va dejando un rastro de gas a su paso. Este fenómeno ocurre debido a la pérdida que este posee de partículas ligeras de hidrógeno y helio de la atmósfera exterior del planeta. Estas no escapan de manera uniforme alrededor del mismo. En este sentido, se ven arrastradas hacia una cola de gas por el viento estelar que proviene de la estrella sobre la que orbita. Se trata de un planeta gigante gaseoso supercaliente, el cual orbita alrededor de las estrellas más próximas. El fenómeno de la cola proviene de la radiación de estas estrellas, la cual calienta la atmósfera exterior del planeta. Es aquí cuando tiene lugar un proceso conocido como fotoevaporación, en el que gases ligeros como el hidrógeno o el helio alcanzan altas temperaturas debido a esta radiación, lanzándose finalmente al espacio. En cuanto a la forma de cola, esta encuentra su origen en el viento estelar procedente de su estrella anfitriona. Esta moldea el gas que escapa del planeta. Es por ello que dicho planeta se podía confundir con facilidad con otros cuerpos celestes que disponen de esta característica de manera general, como es el caso de los cometas. Dicho rastro dispone de una extensión que supera siete veces el radio del propio planeta, traduciéndose unos más de 500.000 kilómetros. No obstante, los investigadores sostienen que esta puede ser incluso todavía más larga. Este fenómeno aún resulta un verdadero misterio para la comunidad científica, ya que está sujeto a multitud de cambios. Leer el articulo completo, clic! enlace: El Confidencial.com / Ciencia |