Un satélite ruso a la deriva estuvo a metros de chocar con uno de la NASA. Está colisión hubiera provocado una posible reacción en cadena que hubiera contribuido al termino síndrome de 'Kessler' en la orbita terrestre...
Lo que ocurre en el espacio tiene efectos en España y en el resto del mundo. La problemática de la basura espacial, sin ir más lejos, es un tema muy serio a tratar. Sin embargo, cuesta pensar en que la humanidad ha estado cerca de un auténtico desastre orbital. Todo gracias a un satélite espía ruso que estuvo a punto de chocar con una sonda de la NASA, el cual afortunadamente no se dio. El pasado 28 de febrero fue una fecha clave para la órbita terrestre. Un satélite espía ruso en desuso, el Cosmos 2221, pasó muy cerca del satélite TIMED de la NASA, hasta el punto de estar a apenas metros de distancia. Llegaron a situarse a 10 metros el uno del otro, prácticamente rozándose. El suceso no se dio, pero no ha sido hasta ahora que hemos conocido el alcance de lo que podría haber pasado. la administradora adjunta de la NASA Palm Melroy ha declarado cómo esta posible colisión espacial causó auténtico temor en la agencia espacial. En una intervención en el 39º Space Symposium celebrado en Estados Unidos, Melroy llegó a declarar que fue una situación "muy impactante" tanto para ella como para sus empleados. En la madrugada de aquel día, la NASA advirtió de la situación junto al Departamento de Defensa de los Estados Unidos. Ambas entidades estaban monitoreando "una posible colisión" entre la sonda TIMED (Thermosphere Ionosphere Mosesphere Energetics and Dynamics Mission por sus siglas) y un satélite ruso Cosmos 2221", dijo la agencia en un comunicado. Ambos satélites se encontraban a una altitud de 600 kilómetros. La situación era incontrolable, ya que ni Rusia ni Estados Unidos podían cambiar la trayectoria de sus respectivos satélites para poder evitar la colisión. Si bien no esperaban una colisión, la probabilidad era tan alta que avisaron de antemano de las terribles consecuencias que un choque así hubiera provocado. La cuestión es que si hubieran colisionado, el impacto habría sido terrible. Según Melroy, si los dos satélites hubieran chocado, se habría generado una reacción en cadena que habría dejado un número muy serio de partículas y escombros volando sin control por la órbita terrestre. Esto habría expuesto el ecosistema de satélites que actualmente tiene la Tierra a un peligro sin igual. Leer el articulo completo, clic! enlace: El Español.com / Ciencia |