En los 'datos basura' del Hubble, los datos desconcertados de otras investigaciones desconocidas del telescopio espacial han revelado ser un autentico tesoro de información para los astrónomos...
Bajo la dirección de Sandor Kruk, del Instituto Max Planck para la Física Extraterrestre, un equipo internacional de investigadores acaba de encontrar, ocultos entre datos descartados del Telescopio Espacial Hubble, más de 1.000 asteroides cuya existencia desconocíamos hasta ahora. En un artículo recién publicado en 'Astronomy & Astrophysics', el equipo de astrónomos detalla cómo, al analizar los descartes acumulados por el Hubble en los últimos 20 años, hallaron más de 1.700 rastros de asteroides. Muchos de ellos ya se conocían previamente, pero más de 1.000 resultaron ser totalmente nuevos. A medida que los años van pasando, cada vez más telescopios llevan a cabo más y más observaciones, llenando los archivos de datos que, literalmente, nadie tiene tiempo para analizar. Y resulta que, algunas veces, importantes descubrimientos se esconden en esos datos a la espera de que los científicos desarrollen nuevos métodos y herramientas de análisis para descubrirlos. Eso es precisamente lo que sucedió en un esfuerzo común llamado Hubble Asteroid Hunter, lanzado en 2019 por un grupo de astrónomos como un proyecto de ciencia ciudadana en la plataforma Zooniverse. Como su propio nombre indica, el objetivo era analizar los datos del Hubble en busca de nuevos asteroides. "La basura de un astrónomo puede ser un tesoro para otros", afirma Kruk. De hecho, los datos analizados eran en su mayoría descartes de otras observaciones que no tenían nada que ver con asteroides y que habían sido clasificados como 'ruido'. Pero todos esos datos desechados y nunca examinados por nadie seguían estando perfectamente archivados y disponibles. "La cantidad de información acumulada en los archivos de astronomía -dice Kruk- aumenta exponencialmente y queríamos hacer uso de esos maravillosos datos". Así, el equipo examinó más de 37.000 imágenes del Hubble tomadas entre el 30 de abril de 2002 y el 14 de marzo de 2021. La mayoría de ellas son exposiciones de 30 minutos de duración, tiempo más que suficiente para que un asteroide en movimiento deje una raya curva impresa en la imagen. Localizar esas líneas reveladoras, sin embargo, es una ardua tarea para los ordenadores, y ahí es donde entra la plataforma Zooniverse y la ciencia ciudadana. Leer el articulo completo, clic! en el enlace: ABC.es / Ciencia |