Con sus 2.500 Km de ancho y 13 de profundidad, la cuenca 'Aiken' es uno de los mayores cráteres de todo el Sistema Solar, pero no se formo por el impacto directo de un asteroide, según los chinos ...
Hace miles de millones de años, algo enorme se estrelló contra el lado oscuro de la Luna, dejando un gigantesco hoyo de 2.500 km de ancho y 13 km de profundidad. La cuenca Aitken es, en efecto, el cráter más antiguo y profundo de nuestro satélite natural, y también uno de los mayores de todo el Sistema Solar. Durante décadas, los investigadores han pensado que la enorme cuenca fue creada por una colisión frontal con un asteroide muy grande y muy rápido. Y que un impacto así habría desgarrado la corteza lunar, salpicando fragmentos de su manto por toda la superficie del cráter, un auténtico tesoro de información sobre la Luna que los científicos podrían estudiar si alguien enviaba una sonda allí. Fueron los chinos los primeros en llegar a la cuenca Aitken. Lo hicieron a principios de este mismo año con su módulo de aterrizaje Chang´e 4 y su rover Yutu-2, que desde entonces está recogiendo y analizando muestras de roca recogidas del mismísimo fondo del cráter. Y, para sorpresa de los investigadores, no hay ni rastro del manto lunar. En un estudio recién publicado en Geophysical Research Letters, los científicos chinos desmontan, por lo tanto, la teoría del impacto frontal, dejando el origen del gigantesco cráter envuelto en un halo de misterio. Tras analizar los minerales presentes en seis parcelas de suelo diferentes en el fondo de la cuenca Aitken, los investigadores argumentan que la composición del cráter coincide exactamente con la de la corteza lunar, y no con la del manto, lo que sugiere que fuera lo que fuera lo que golpeó la Luna hace miles de millones de años no lo hizo con la fuerza suficiente como para rociar parte de sus entrañas por la superficie. Leer el articulo completo, clic! en el enlace: ABC.es / Ciencia |