Que no debería existir, se trata de un planeta gaseoso enorme que órbita en torno a una enana roja para el que la actual hipótesis de formación de sistemas no tendría explicación ...
Al principio, todo es gas y polvo. Pero ese material acaba colapsando en el centro, formando una estrella. Y los componentes sobrantes escapan y quedan flotando alrededor de ese nuevo astro. La historia sigue a través de millones de años en un proceso en el que las partículas se van uniendo en otras más grandes, atraídas por la gravedad, formando los núcleos de los planetas. El viento solar barre los elementos más ligeros -como el hidrógeno y el helio-, desde las regiones más cercanas, dejando solo los materiales rocosos más pesados y dando lugar a los mundos terrestres, como el nuestro. Más al fondo, más alejados del «influjo» de la estrella, se forman los gigantes de gas. O, al menos, esta es la teoría más aceptada. Pero, ¿y si no fuera así? Ahora astrónomos españoles y alemanes del consorcio CARMENES liderados por Juan Carlos Morales, investigador del Instituto de Ciencias del Espacio (ICE, CSIC), han descubierto un nuevo mundo que desafía esta hipótesis (conocida como teoría de acreción del núcleo) que asume que a estrellas pequeñas le corresponden planetas pequeños. El equipo, que publica su investigación en la revista «Science», ha descubierto un mundo de casi la mitad de Júpiter orbitando a una estrella enana roja ocho veces menos masiva que el Sol. Lo que puede significar toda una disrupción en lo que creíamos saber hasta ahora acerca de cómo surgen los planetas. «Para este tipo de estrellas, los modelos de formación planetaria predicen que los planetas que se pueden formar a su alrededor son pequeños, parecidos a la Tierra o similares a Neptuno. Sin embargo, en este sistema hemos encontrado que el planeta GJ 3512b es un planeta como Júpiter», explica Morales a ABC. En concreto, se trata de un mundo a unos 30 años luz de la Tierra que tarda en orbitar a su «pequeña» estrella 204 días. «Se encuentra a una distancia media de su estrella similar al espacio entre el Sol y Mercurio, aunque tiene una órbita muy excéntrica -su estrella no está justo en el centro- y su cercanía varía entre las 0,2 y las 0,5 unidades astronómicas», afirma. Leer el articulo completo y ver el vídeo, clic! enlace: ABC.es / Ciencia |