Encima y debajo del centro de la Vía Láctea, las dos gigantescas estructuras gemelas emiten ondas de radio y se extienden a lo largo de 700 años luz a ambos lados de nuestra galaxia ...
Un equipo internacional de astrónomos acaba de hacer público el descubrimiento de dos gigantescas «burbujas» de electrones de alta energía justo encima y debajo del centro de nuestra galaxia. Ambas, muy similares, miden cerca de 700 años luz, y siguen creciendo. Los investigadores, que aún no saben cuál es el origen de estas dos estructuras, creen que podrían ser consecuencia de un violentísimo evento ocurrido hace apenas unos pocos millones de años en el centro de nuestra galaxia. El espectacular hallazgo se ha publicado esta semana en la revista Nature. Según el estudio, un posible desencadenante pudo ser un fuerte estallido de Sagitario A* el agujero negro que ocupa el centro de la Vía Láctea. Una violenta emisión de materia y energía causada por un aumento súbito de la cantidad de materia de la que el «monstruo», que tiene 4 millones de veces la masa del Sol, se alimenta. Sería el equivalente cósmico de un fuerte eructo después de una comida demasiado copiosa. Otra posibilidad es que las dos burbujas de energía procedan de un aumento repentino de nacimientos de estrellas alrededor del centro galáctico, lo que habría resultado en un incremento de explosiones de supernovas. En total, el evento liberó una cantidad de energía similar a la que el Sol emitirá durante toda su existencia (unos 10.000 millones de años). Los científicos, además, creen que las burbujas recién descubiertas podrían estar relacionadas con otras, mucho más grandes y energéticas aún, vistas por primera vez en 2010 y conocidas como «Burbujas de Fermi» en honor del instrumento utilizado, el Telescopio espacial Fermi de Rayos Gamma. Aquellas dos burbujas, que emiten enormes cantidades de rayos X y gamma, la radiación más energética que existe, se extienden a lo largo de 25.000 años luz por encima y por debajo del centro galáctico. Y proceden de un evento mucho más antiguo y violento del que se supone que alimenta a las dos recién encontradas. Leer el articulo completo, clic! en el enlace: ABC.es / Ciencia |