Varios pilotos relatan encuentros inesperados en sus vuelos, mientras que el 'Pentágono' reconoce que estudia "seriamente" el avistamiento de "naves no identificadas en sus cielos" ...
«Casi me choco con una de esas cosas». Se lo dijo un compañero en la Armada de EE.UU., todavía con la conmoción en la cara, al lugarteniente Ryan Graves, piloto de caza, tras un vuelo de entrenamiento a finales de 2014. Desde el verano de ese año y hasta marzo de 2015, los avistamientos de objetos inclasificables eran casi diarios en los cielos de la costa Este de EE.UU., donde Graves y otros pilotos realizaban maniobras desde el portaaviones Theodore Roosevelt antes de ser destinados a Oriente Medio. Graves ha sido uno de los militares que ha explicado a «The New York Times» esos encuentros, algunos de ellos grabados por las cámaras de sus cazas. Las revelaciones llegan poco después de que la Armada estadounidense decidiera cambiar los protocolos sobre estos episodios: en lugar de ignorarlos, a partir de ahora se comprometen a tomárselos en serio. «Ha habido un número de informes sobre naves no autorizadas o no identificadas entrando en zonas bajo rango militar y espacio aéreo reservado en los últimos años», informó la semana pasada un comunicado de la Armada. «Por cuestiones de seguridad, la Armada y las Fuerzas Aéreas se toman estos informes muy seriamente e investiga cada uno de ellos». La admisión de los informes sobre «naves no identificadas» es un cambio importante sobre cómo se refiere el Ejército de EE.UU. a estos encuentros. Pero en ningún momento se hace referencia a que los objetos volantes sean de origen extraterrestre y los expertos siguen apuntando a que tienen que ver más con asuntos terrenales, desde efectos atmosféricos a fallos en los sistemas audiovisuales o percepciones neurológicas debidas a los vuelos de alta velocidad. Leer el articulo completo, clic! en el enlace: ABC.es / Ciencia |