Un equipo dirigido por el cosmólogo Philip Lubin utiliza la fotónica para detectar algún atisbo de vida inteligente más allá de la Tierra.
Ni una sola señal. Hasta el momento, la inquietud humana por saber si estamos solos en el Universo no ha recibido respuesta alguna. Existen distintas teorías que intentan explicar el motivo de por qué no hemos contactado aún con otra civilización avanzada, a pesar de los esfuerzos de décadas para dar a conocer nuestra presencia y entablar una primera y emocionante comunicación. Incluso hay quien piensa que, sencillamente, no la hemos encontrado porque no hay nadie ahí fuera. Mientras tanto, cada vez aparecen más mundos, no tan lejanos, que podrían ser similares a la Tierra. Planetas que, como el nuestro, existen a la distancia adecuada de su estrella como para mantener agua líquida y, quién sabe, vida. Y lo que es aún más sorprendente es el conocimiento reciente de que existen, en promedio, tantos planetas como estrellas. Si hay tantos planetas y algunos pueden reunir las condiciones para la vida quizás no estemos buscando con la suficiente insistencia. Eso es lo que cree Philip Lubin, físico y cosmólogo experimental y profesor de física en la Universidad de California en Santa Bárbara (EE.UU.). El científico es el impulsor de un ambicioso experimento, dirigido casi en su totalidad por estudiantes, para localizar vida inteligente no muy lejos: en la galaxia vecina Andrómeda y en otras, incluida la nuestra, la Vía Láctea. La novedad es que, en vez de utilizar señales de radio, televisión y radar, el método empleado durante el último siglo, el equipo de Lubin pretende utilizar una tecnología cada vez más avanzada, la fotónica, que en longitudes de onda ópticas e infrarrojas puede ofrecer un mayor alcance. Leer el articulo completo, clic! en el enlace: ABC.es / Ciencia |