La hipótesis de que alguien intento despresurizar el laboratorio orbital cobra fuerza, después de las declaraciones de un interlocutor desconocido para la agencia de noticias rusa TASS ...
El prestigioso, largamente experimentado y fiable programa de vuelos tripulados rusos al espacio se enfrenta por primera vez en su historia a lo que a todas luces no puede ser otra cosa que un caso de sabotaje. Nada menos que una perforación en el fuselaje de la nave Soyuz MS-9, acoplada a la Estación Espacial Internacional (ISS) y único medio de evacuación de los inquilinos de la plataforma en caso de emergencia. El pasado 29 de agosto, los sistemas de monitorización del complejo espacial detectaron una pérdida de aire. Tras las debidas comprobaciones se pudo establecer que el origen de la fuga estaba en la cápsula Soyuz MS-9, que al estar ensamblada a uno de los muelles de la ISS comparte la misma atmósfera interior. Se pudo establecer que había un agujero de dos milímetros de diámetro. La reparación corrió a cargo de los rusos, Oleg Artémiev y Serguéi Prokópiev. La avería se pudo subsanar y los cosmonautas no sufrieron en ningún momento pérdida significativa de oxígeno. Roscosmos, la agencia espacial rusa, aseguró que todo estaba en orden y en ningún momento temieron ni por la vida de los tripulantes ni por la estación espacial. Eso sí, comenzaron las pertinentes investigaciones para dilucidar qué había pasado. Se especuló en un primer momento con la posibilidad de que la oquedad hubiera podido ser causada por un micro-meteorito o un fragmento de basura espacial. Después, sin embargo, se puedo constatar que el agujero fue perforado por un taladro desde dentro de la nave. Se hallaron además muescas o arañazos que indican que a quien lo hizo se le resbaló la broca hacia los lados antes de lograr sujetarla firme para abrir el orificio. Leer el articulo completo, clic! en el enlace: ABC.es / Ciencia |