Se llama "Parker Solar Probe", la sonda atravesará la atmósfera solar a más de medio millón de grados de temperatura ...
Y ¿Por qué no se derretirá? por su escudo térmico de calor ...
Dentro de apenas unas semanas, la NASA lanzará hacia el Sol su misión más ambiciosa, la Parker Solar Probe, así llamada en honor del astrofísico Eugene Parker, el primero en estudiar la naturaleza del viento solar. La sonda se acercará a nuestra estrella mucho más que cualquiera de las que la precedieron. Tanto, que llegará a penetrar a través de su ardiente atmósfera hasta prácticamente "tocar el Sol". Si nuestro planeta estuviera a un metro del Sol, la nueva sonda de la NASA se colocaría a menos de 10 cm de él. Allí, en la región de la atmósfera solar llamada corona, la Parker Solar Probe llevará a cabo observaciones únicas de la amplia gama de partículas, energía y calor que el Sol expulsa hacia el interior del sistema solar, incluso hasta mucho más allá de Neptuno. Dentro de la corona, la nave deberá viajar a través de materiales que superan el medio millón de grados de temperatura, y recibir al mismo tiempo una intensísima radiación. La Parker Solar Probe ha sido pensada para resistir las condiciones extremas y las fluctuaciones de temperatura que encontrará a lo largo de su misión. La pieza clave es su escudo de calor, expresamente diseñado, y un sistema autónomo que ayuda a proteger los instrumentos de la emisión de luz intensa del Sol, pero permitiendo que el material coronal '"toque" la nave espacial. Una de las claves para saber qué es lo que mantendrá a salvo a la nave espacial y sus instrumentos es entender el concepto de calor en función de la temperatura. Porque, en contra de lo que nos dice la intuición, las altas temperaturas no siempre calientan un objeto. En el espacio, en efecto, la temperatura puede ser de varios miles de grados, y aún así no transmitir un excesivo calor a los objetos de alrededor. ¿Cómo es esto posible? Lo que realmente mide la temperatura es lo rápido que se mueven las partículas, mientras que el calor mide la cantidad total de energía que esas partículas transfieren. Las partículas, por lo tanto, pueden moverse rápidamente (alta temperatura), pero si hay muy pocas, no transferirán demasiada energía (poco calor). Y como el espacio está casi vacío, hay muy pocas partículas que puedan transferir energía a la nave espacial. Leer el articulo completo y ver el vídeo, clic! enlace: ABC.es / Ciencia |