El próximo miércoles 31 de enero una curiosa coincidencia que no se repetía desde hace 150 años, dará a los científicos una oportunidad especial para estudiar nuestro satélite natural ...
Ocurrirá el próximo miércoles, 31 de enero, jornada en la que la Luna se convertirá en protagonista. Porque difícilmente le pueden suceder más cosas a la vez. Se producirá un eclipse lunar total, visible no desde este punto del planeta (porque nos pilla del día), pero sí en el oeste de América del Norte, Asia oriental, Australia y Pacífico, que teñirá temporalmente de rojo el disco del satélite. Pero es que además habrá una superluna, que los anglosajones denominan azul por ser la segunda luna llena del mes en el calendario, no por su color real. En resumen, en el cielo podrá contemplarse un eclipse de superluna de sangre azul, un pomposo nombre para describir un acontecimiento celeste que no se producía desde hace 150 años. El fenómeno es solo una curiosa coincidencia, sin implicaciones de ningún tipo para nuestro planeta. Desde el punto de vista astronómico, el mayor interés residirá en las observaciones y medidas tomadas durante el transcurso del eclipse total, que permitirá a los investigadores ver qué sucede cuando la superficie de la Luna se enfría rápidamente. Esta información les ayudará a comprender algunas de las características del regolito, la mezcla de terreno y rocas sueltas en la superficie, y cómo cambia con el tiempo, según informa la NASA en un comunicado. «Durante un eclipse lunar, la oscilación de la temperatura es tan drástica que es como si la superficie de la Luna pasara de estar en un horno a estar en un congelador en unas pocas horas», explica Noah Petro, científico del Orbitador de Reconocimiento Lunar de la NASA (LRO), en el Centro Goddard de Vuelos Espaciales en Greenbelt, Maryland (EE.UU.). Leer el articulo completo, clic! en el enlace: ABC.es / Ciencia |