El astrofísico solar 'Hector Socas' explica si realmente hay motivos para alarmarse por las tormentas y llamaradas solares ...
Héctor Socas Navarro es investigador en el Instituto Astrofísico de Canarias (IAC) en España y experto en magnetismo solar.
Se nos acumulan noticias de carácter preocupante sobre el Sol y las tormentas solares, esas violentas explosiones que tienen lugar sobre su superficie que propulsan al espacio enormes proyectiles de plasma magnetizado. Hemos leído que Obama ordena al país prepararse para una catástrofe, que incluso en Alemania el gobierno recomienda a sus ciudadanos hacer acopio de agua y comida; y ahora nos llega una nueva noticia sobre una explosión solar que ha provocado un baño de rayos cósmicos en la Tierra.Por otra parte, en nuestro Facebook y Whatsapp resurge el famoso bulo de que la NASA predice 15 días de oscuridad, una mentira viral que cada cierto tiempo resucita obstinadamente cual zombie que no termina de morir. Desde el apocalipsis de las profecías Mayas sobre el fin del mundo en 2012 no habíamos visto un repunte tan frenético de noticias angustiosas relacionadas con el Sol. Los científicos que trabajamos en este tema recibimos continuamente consultas de ciudadanos preocupados porque, como dice el refranero, «cuando el río suena es que agua lleva». Los más suspicaces llegan a la conclusión que las autoridades saben algo que nos ocultan, algo inminente se avecina. Después de todo, Obama ha dado orden de prepararse. Se calcula que una gran tormenta solar comparable al «evento Carrington», que golpeó la Tierra en 1859, produciría daños en nuestro tejido tecnológico por valor de varios billones de dólares. Las tormentas solares no son catástrofes apocalípiticas, en el sentido de sembrar muerte y destrucción por doquier. Tengamos en cuenta que han venido ocurrido toda la vida, desde antes de que el hombre pisara la Tierra. La diferencia con situaciones anteriores es que nuestra tecnología sí es vulnerable a estos fenómenos de naturaleza electromagnética y cada vez dependemos más de ella. Leer el articulo completo, clic! en el enlace: ABC.es / Ciencia |