Investigadores dan un nuevo enfoque a la ecuación de Drake y dicen que las probabilidades de que nunca haya existido otra civilización inteligente además de la nuestra son muy bajas ...
¿Estamos solos en el Universo? Es la pregunta del millón, que ha cumplido medio siglo sin que nadie pueda dar, todavía, una respuesta concluyente en ningún sentido. La famosa ecuación de Drake fue la primera en intentar contestarla con un cálculo de probabilidades. Esta fórmula matemática, propuesta por el radio astrónomo Frank Drake en 1961, intentaba estimar la cantidad de civilizaciones en nuestra galaxia que podrían emitir señales de radio. Para ello, tenía en cuenta varios factores, como la formación de estrellas adecuadas en una galaxia, el número de éstas que tienen planetas en su órbita o la fracción de esos planetas donde la vida inteligente puede haber desarrollado una tecnología.
Investigadores de la Universidad de Rochester en Nueva York han dado un nuevo enfoque a la ecuación, teniendo en cuenta los recientes descubrimientos de planetas fuera del Sistema Solar. Sus cálculos no intentan saber si ahora hay alguien más en el Universo, sino si pudo haberlo alguna vez o, más exactamente, cuál es la posibilidad de que, desde su origen, nosotros seamos los únicos seres tecnológicos que lo hayamos ocupado. Sus resultados no dejan lugar a dudas: las posibilidades de que la especie humana haya formado la primera civilización avanzada del Universo son asombrosamente bajas.
Los investigadores señalan que la ecuación de Drake tiene tres grandes incertidumbres. «Desde hace mucho tiempo sabemos cuántas estrellas existen aproximadamente. Pero no sabíamos cuántas de esas estrellas tenían planetas que podrían albergar vida, con qué frecuencia podría evolucionar la vida y conducir a seres inteligentes, y cuánto tiempo pueden durar las civilizaciones antes de extinguirse», plantea Adam Frank, profesor de Física y Astronomía en la Universidad de Rochester y coautor del trabajo. «Gracias al telescopio Kepler de la NASA y otras búsquedas, ahora sabemos que aproximadamente una quinta parte de las estrellas tienen planetas en zonas habitables, donde las temperaturas podrían albergar vida tal como la conocemos. Así que una de las tres grandes incertidumbres ha sido reducida».Leer el articulo completo, clic! en el enlace: ABC.es / Ciencia |