El proceso sería similar al que congeló buena parte del mundo durante el siglo XVII y principios del XVIII ...
La noticia ha causado impacto entre climatólogos de todo el mundo. Y no es para menos. Un grupo internacional de investigadores, liderado por V. Zharkova, de la Univesidad de Northumbria, acaba de revelar, durante el Encuentro Nacional de Astronomía en Llandudno, en Gales, que estamos a punto de experimentar una nueva «Pequeña Edad de Hielo» similar a la que congeló una buena parte del mundo durante el siglo XVII y principios del XVIII. Será entre 2030 y 2040.
Como es sabido, el campo magnético del Sol varía a lo largo del tiempo. Y estas variaciones magnéticas en la ardiente atmósfera solar tienen una influencia directa en la radiación electromagnética que emite el astro rey, así como en la intensidad de sus flujos de plasma y en el número de manchas en su superficie. La variación en la cantidad de manchas solares tiene una estructura cíclica, con máximos que se producen cada once años y que tienen efectos concretos sobre el medio ambiente de la Tierra. Esos efectos pueden medirse observando la presencia de ciertos isotopos (como el carbono 14 o el berilio 10) en glaciares o en los árboles.
Pero existen numerosos ciclos diferentes que se repiten una y otra vez, con diferentes periodos y propiedades, aunque los mejor conocidos son los de once y noventa años. El primero se manifiesta con una reducción periódica de manchas sobre la superficie solar. Y su variante de 90 años se asocia con la reducción periódica en el número de manchas en determinados ciclos de once años.
En el siglo XVII se produjo un prolongado periodo de calma, llamado «el Mínimo de Maunder», que se extendió desde 1645 a 1700 y durante el cual las manchas solares prácticamente desaparecieron por completo. Durante este periodo, en efecto, apenas se contabilizaron unas 50 manchas solares en lugar de las cerca de 50.000 habituales. El análisis de la radiación solar, además, ha demostrado que sus máximos y mínimos coinciden casi siempre con los máximos y mínimos en cuanto al número de manchas.Ver el articulo completo en: ABC.es / Ciencia |