Recientes investigaciones han mostrado la "sopa primordial" pudo crear los "ladrillos" necesarios para construir aminoácidos, y existe también un amplio consenso científico sobre cómo fue la evolución desde la primera célula hasta llegar a las plantas y los animales ...
En el principio, solo había sustancias químicas. Y a partir de ellas surgieron aminoácidos que, eventualmente, dieron lugar a las proteínas necesarias para crear las primeras células vivas. Después, con el paso del tiempo, esas células se fueron uniendo para convertirse en plantas y animales. Esta es la versión más aceptada del origen de la vida. Recientes investigaciones han mostrado cómo la «sopa primordial» pudo crear los «ladrillos» necesarios para construir aminoácidos, y existe también un amplio consenso científico sobre cómo fue la evolución desde la primera célula viva hasta llegar a las plantas y los animales.
Pero nadie ha conseguido explicar aun cómo aquellos primeros aminoácidos lograron ensamblarse en las proteínas necesarias para poner en marcha las primeras células vivas. Ahora, Richard Wolfenden y Charles Carter, de la Universidad de Carolina del Norte, han logrado arrojar algo más de luz sobre la transición de los «ladrillos de la vida» a las primeras formas realmente vivas, hace cerca de 4.000 millones de años.
«Nuestro trabajo muestra que, desde el principio, mucho antes de que las moléculas más grandes y sofisticadas entraran en escena, resultó esencial una estrecha relación entre las propiedades físicas de los aminoácidos, el código genético y el plegamiento de proteínas -explica Charles Carter-. Y esta estrecha interacción fue, probablemente, el factor clave que hizo posible la evolución desde los ladrillos de la vida a los primeros organismos».
En dos artículos diferentes publicados en Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), los investigadores se oponen a la teoría que sostiene que el ARN (la molécula que actualmente se encarga de codificar, regular y expresar los diferentes genes), surgió espontáneamente de la «sopa primordial» de aminoácidos y elementos químicos para construir primero proteínas muy cortas (péptidos) y más tarde las primeras células vivas. Ver el articulo completo en: ABC.es / Ciencia |