James Lovell, el comandante de la misión Apollo 13 que alerto a la NASA: 'Houston, tenemos un problema' ...
"Houston, tenemos un problema..." La legendaria alerta transmitida por James Lovell probablemente sea la frase más citada de toda la carrera espacial (con permiso del "pequeño paso para un hombre, y salto gigante para la Humanidad" de Neil Armstrong). Pero en realidad, el intercambio original fue un poco más largo. "Hey, Houston, hemos tenido un problema aquí", avisó el comandante del Apolo 13. "Aquí Houston, repite lo que has dicho, por favor", contestó el ingeniero jefe de la misión. "Houston, hemos tenido un problema", insistió Lovell.
Sin embargo, al final la versión abreviada de cuatro palabras que los guionistas de Hollywood pusieron en boca de Tom Hanks, quien encarnó a Lovell en la película Apolo 13, se ha instalado para siempre en el imaginario colectivo. Hoy, "Houston, tenemos un problema" luce en las camisetas, tazas y pegatinas que los turistas compran como rosquillas en la tienda de souvenirs del Centro Johnson de Houston. Aquí, en esta meca de la conquista espacial, se puede visitar la Sala de Control original donde los ingenieros de la NASA lograron idear una solución para el problema del Apolo 13. Todo se ha preservado exactamente como era en aquella edad dorada de la exploración cósmica, con unos ordenadores antediluvianos, mucho más primitivos que cualquiera de los móviles que llevamos hoy en nuestros bolsillos, y un teléfono rojo con línea directa al Pentágono, como en el famoso filme de Stanley Kubrick.
Lanzamiento de la misión desde Cabo Cañaveral, el 11 de abril de 1970. NASA
El mes pasado se cumplieron 45 años de este heroico episodio en la historia de la carrera espacial, que estuvo a punto de costarles la vida a Lovell y a sus dos compañeros, Jack Swigert y Fred Haise. Fue el 17 de abril de 1970 cuando aquellos astronautas, impulsados por ese temerario espíritu aventurero que Tom Wolfe bautizó como the right stuff ("lo que hay que tener"), lograron amerizar en el Pacífico sanos y salvos, tras un drama trepidante de seis días.
"Al principio, no sabíamos exactamente lo que había ocurrido. Escuchamos una explosión, pero desconocíamos si era un problema serio", confiesa Lovell a EL MUNDO durante una conmemoración por el aniversario del Apolo 13 organizada en Houston por Omega, la marca de los relojes que utilizaron los astronautas en todas las misiones de la NASA. "Nuestra primera hipótesis fue que un meteorito había impactado sobre el módulo lunar, pero poco después nos dimos cuenta de que había explotado un tanque de oxígeno. Entonces miramos por la ventana y cuando vimos que el oxígeno estaba saliendo de la nave, sabíamos que el problema era muy, muy serio", recuerda Lovell, hoy un space cowboy jubilado de 87 años. Ver el articulo completo y vídeos en: ELMUNDO.es / Ciencia |