Según varias teorías, este esquivo (y para muchos falso monstruo), es realmente un 'Plesiosaurio', un animal con un cuello extremadamente largo que habito durante el Jurásico ...
El monstruo del lago Ness es, posiblemente, el animal más famoso del mundo. Y eso que ni siquiera se sabe con certeza si es un animal de verdad, un efecto óptico, un invento para atraer turistas o, incluso un dinosaurio del Jurásico que tardó en extinguirse. Y es que, entre las diferentes teorías que se barajan se encuentra la que afirma que Nessie era un plesiosaurio que logró librarse de la muerte y sobrevivir hasta nuestros días.
Con todo, el caso es que cuando hablamos de Escocia es difícil que no se nos venga a la cabeza el nombre de Nessie. Aunque es posible que esa conexión se pierda porque hace mucho que nadie dice haberla visto. Por eso Google quiere mantener vivo el mito y festeja el 81º aniversario de la búsqueda del monstruo con un «doodle».
El dinosaurio que vivió en un lago
La leyenda sobre el monstruo del Lago Ness comenzó durante el siglo VI, época en la que ya empezó a hablar de una extraña criatura que vivía en un río de Escocia. A partir de ese momento, el mito fue pasando de año en año hasta llegar a nuestros días. «En Escocia, dicen que una enorme criatura vive en el afamado lago de agua dulce conocido como lago Ness y el nombre de la bestia es Nessie», explica el profesorJuan Domingo Porfiri –Subdirector del Centro Paleontológico Lago Barrales- en su artículo «Los dinosaurios, mitos y verdades».
Con el paso de los años, una de las teorías que han cobrado más fuerza es la que afirma que Nessie era un ser prehistórico que habitó entre el período Jurásico (hace 199 millones de años) y el Trásico (ubicado hace 251 millones de años). «Su cuerpo se compara con el con el de un cierto grupo de reptiles marinos que convivieron con los dinosaurios, llamados Plesiosaurios. Esos reptiles marinos se caracterizaban por poseer un cuerpo globoso, aletas, una cola relativamente corta y un cuello extremadamente largo», añade el experto. Ver el articulo completo en: ABC.es / Ciencia |