La sonda Stardust las capturó en el espacio y tienen cientos de millones de años ...
Buscar una aguja en un pajar puede parecer complicado, pero no es nada si se compara con el trabajo llevado a cabo por un consorcio internacional de 70 investigadores durante ocho largos años para saber si en 2006 la sonda Stardust consiguió, o no, capturar alguna diminuta partícula de polvo interestelar y traerla a la Tierra.
En un artículo que publica la revista Science, los científicos aseguran haber descubierto hasta siete de estas microscópicas partículas, motas de polvo que no solo no pertenecen a nuestro planeta, sino que proceden de fuera del Sistema Solar. Sin embargo, se trata aún solo de estudios preliminares y que necesitan ser confirmados por nuevas investigaciones.
El análisis, llevado a cabo en varios complejos, entre ellos el Departamento de Energía del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley, abre las puertas al estudio de los orígenes del Sistema Solar y, probablemente, de la vida misma.
"Fundamentalmente -explica Andrew Westphal, físico de la Universidad de California y autor principal del estudio- el Sistema Solar y todo lo que hay en él derivan, en última instancia, de una nube de gas y polvo interestelar. Estamos buscando el material del que todo nuestro sistema solar está hecho". Ver el articulo completo en: ABC.es / Ciencia