Astrónomos descubren la composición de estas gigantescas emisiones de gas, que pueden viajar a dos tercios de la velocidad de la luz y determinar el desarrollo de las galaxias ...
Los chorros de los agujeros negros son una de las mayores fuerzas del Universo. El material expulsado puede expandirse a distancias incomensurables de miles de años luz en el espacio a una velocidad cercana a la de la luz. Sus efectos son tan notables que pueden determinar dónde y cuándo las galaxias forman estrellas y cómo se desarrollan. Sin embargo, «a pesar de que se han observado durante décadas, todavía no estamos seguros de qué están hechos o lo poderosos que son», afirma María Díaz Trigo, astrónoma del Observatorio Europeo Austral (ESO). Esta científica ha liderado un trabajo, publicado en la revista Nature, destinado a descifrar los misterios de estos gigantes descomunales y ha conseguido esclarecer lo que hay en su interior.
Con la ayuda de dos telescopios, el XMM-Newton de la Agencia Espacial Europea (ESA) y el radiotelescopio CSIRO'S Compact Array en Australia, el equipo analizó las ondas de radio y los rayos X emitidos por un pequeño agujero negro típico llamado 4U1630 - 47 que tiene un par de veces la masa del Sol. Este agujero negro es conocido por ser activo, pero las observaciones de radio del equipo no mostraron chorros y el espectro de rayos X no reveló nada anormal. Sin embargo, unas semanas más tarde, el grupo volvió a analizarlo y, esta vez vio las emisiones de radio correspondientes a la repentina aparición de estos chorros y, aún más interesante, aparecieron líneas en el espectro de rayos X, la firma reveladora de átomos ordinarios, alrededor del agujero negro. Ver el articulo completo en: ABC.es / Ciencia