Luxor expone los 'tesoros' hallados por egiptólogos españoles
Cuando el guerrreo Iquer fue enterrado, hace 4.000 años, sus sepultureros no podían imaginarse que acabara expuesto en el Museo de Luxor. Pero así ha ocurrido, gracias al trabajo de la misión arqueológica española del Proyecto Djehuty, en Dra Abu el-Naga, la necrópolis tebana en la que el equipo de investigación de José Manuel Galán lleva trabajando más de una década.
El hallazgo del ataúd del arquero de la dinastía XI (unos 2000 a.C.) tuvo lugar durante la campaña de 2008. Pintado de rojo y con hermosos dibujos de jeroglíficos polícromos, desde entonces se ha sometido a una exhaustiva restauración por parte de los expertos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC)-
"Sólo se conoce uno similar, que está en el Museo de Boston, pero el nuestro está muy bien conservado pese a que corrió abundante agua por fuera y por dentro", explica Galán, que la semana pasada se trasladó a Luxor para asistir al acto de entrega en el Museo como responsable del yacimiento.
Iqer, cuenta el egiptólogo, probablemente era de origen nubio y por ello su piel es muy oscura. Con su cuerpo quiso que se enterraran sus tres bastones de mando, dos arcos que son casi más altos que él y cinco flechas que, soprendentemente, todavía conservan sus plumas en la parte de atrás.
La salida del almacén del Proyecto Djehuty tuvo lugar el pasado 30 de mayo. A su llegada, ya estaba preparada una vitrina, en la que quedó colocado con un conjunto de vasijas de cerámica ý una bandeja de ofrendas de barro que también se hallaron en su sepultura, justo delante de la tumba de Djehuty supervisor de la Reina Hatsepsut hace 3.500 años.
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