El telescopio solar más grande de Europa se instala en Tenerife
Permitirá observar la atmósfera solar con una resolución inédita hasta la fecha
SANTA CRUZ DE TENERIFE, 15 May. (EUROPA PRESS) -
El telescopio alemán Gregor, después de diez años de desarrollo, ha arrancado sus operaciones en el Observatorio del Teide del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC), que acoge a partir de ahora el telescopio solar más grande de Europa y el tercero en dimensiones del mundo.
Además de su diámetro, su avanzada tecnología permitirá a la comunidad científica --española, alemana e internacional-- estudiar el Sol con un nivel de detalle sin precedentes hasta la fecha. No sólo se podrán comprender mejor los procesos físicos que acontecen en la mayoría de estrellas del universo, sino también resolver cuestiones terrenales, pues la actividad solar afecta e incluso daña los satélites y las redes de energía de diferentes regiones de la Tierra. Profundizar en su conocimiento puede ayudar a mitigar estos problemas de alto impacto económico.
Gregor tiene una apertura de 1,5 metros, superior a la del resto de telescopios solares instalados en los observatorios del IAC. Su diámetro y el novedoso sistema de óptica adaptativa, que compensa las turbulencias atmosféricas, logra una calidad de imagen que, hasta el momento, ningún telescopio solar terrestre había obtenido, tanto en el rango visible como en el infrarrojo. La resolución espacial, espectral y temporal resultante permite que los investigadores puedan seguir los procesos físicos en la superficie del Sol en escalas tan pequeñas como 70 kilómetros.
El telescopio ha sido diseñado para realizar observaciones de la fotosfera solar --la capa de la que procede la mayor parte de la luz y el calor que se reciben en la Tierra-- y la cromosfera, capa de la atmósfera solar que se sitúa justo encima de la anterior. Pero también podrá utilizarse durante la noche: se monitorizarán 'soles distantes' para averiguar si tienen el mismo comportamiento cíclico que nuestra estrella.
"Gregor se construyó, principalmente, para estudiar los procesos físicos en la superficie visible del Sol. En estas capas vemos cómo la energía proveniente de su interior emerge para, después, ser lanzada al espacio exterior y, en ocasiones, llegar a la Tierra", explica el director del Kiepenheuer-Institut für Sonnenphysik (Alemania), Oskar von der Lühe. Articulo completo en: EUROPA PRESS / Ciencia