Una secuencia de números, que resulta de multiplicar el anterior por dos, parece describir las distancias de los planetas al Sol, según la ley de 'Tittius-Bode', los descubrimientos de Urano, Neptuno y Plutón mostraron que en realidad no es así ...
En 1766 un científico teutón llamado Johann Titius de Wittenberg (1729-1796) afirmó que la distancia de los planetas respecto al Sol seguía una relación matemática determinada. Hay que tener presente, y este dato es importante, que en aquellos momentos todavía no se habían descubierto Urano, Neptuno ni Plutón. Seis años después otro alemán, el director del Observatorio astronómico de Berlín, Johann Elert Bode (1747-1826), la articuló y difundió dentro de la comunidad científica, de ahí que su enunciado se conozca como Ley de Titius-Bode. Una ley que, de ser cierta, pondría fin al concepto de aleatoriedad y caos como rectores del Sistema Solar. La Ley parte de una secuencia de números compuesta por 0, 3, 6, 12, 24, 48, 96, 192 y 384, en la cual cada número se forma multiplicando al anterior por dos, si exceptuamos el primero. Si a esa secuencia inicial sumamos cuatro unidades obtenemos la siguiente secuencia: 4, 7, 10, 16, 28, 52, 100, 196 y 388. Si la serie previa la dividimos por diez obtenemos la distancia que hay entre el Sol y los planetas según la Ley de Titius-Bode: 0,4 para Mercurio; 0,7 para Venus; 1 para la Tierra y 1,6 para Marte. Ahora veamos si la teoría coincide con la realidad. Si la distancia del Sol a la Tierra la establecemos en 10 –lo que equivaldría a una unidad astronómica–, Mercurio se encuentra a 0,39; Venus a 0,72, la Tierra 1 y Marte 1,52. La aproximación a la sucesión matemática hipotética es verdaderamente extraordinaria. Leer el articulo completo, clic! en el enlace: ABC.es / Ciencia |