Proponen instalarlos en dos lugares diferentes alrededor del Sol para captar las ondulaciones en el tejido espacio-temporal ...
Un equipo de físicos norteamericanos ha propuesto una nueva forma de detectar ondas gravitacionales, utilizando una pareja de relojes atómicos instalados en el espacio. La idea consiste en colocar los relojes en dos lugares diferentes alrededor del Sol y utilizarlos para medir pequeños cambios en la frecuencia de un haz de láser enviado del uno al otro. Según los investigadores, el ingenio podría ser instalado en el detector espacial de ondas gravitacionales LISA, de la Agencia Espacial Europea (ESA), que se lanzará en el año 2034, para mejorar y complementar sus capacidades.
Las ondas gravitacionales son ondulaciones en el tejido espacio-temporal que se producen cuando cuerpos muy masivos se aceleran a grandes velocidades, como es el caso de un sistema de dos agujeros negros que giran uno alrededor del otro a velocidad creciente hasta que se funden en uno solo. En febrero de este mismo año, los detectores LIGO anunciaron la primera detección de ondas gravitacionales procedentes de la fusión de dos agujeros negros, Y hace apenas una semana los mismos detectores repitieron su hazaña con otra pareja diferente de agujeros negros.
Ahora, Shimon Kollowitz y Jun Ye, del instituto de astrofísica JILA, en Colorado, han unido sus esfuerzos con Mikhail Lukin, de la Universidad de Harvard, para proponer un nuevo sistema para detectar ondas gravitacionales utilizando dos relojes atómicos. Los dispositivos deberían ser relojes atómicos de red óptica, que para medir el tiempo utilizan la frecuencia de una transición atómica y que son capaces de alcanzar una precisión extraordinaria. En esta clase de relojes, los átomos están atrapados dentro de una red óptica unidimensional, que es una onda estacionaria creada por el reflejo de un haz de láser en un espejo. El sistema es muy efectivo para aislar los átomos de agentes externos que podrían reducir el rendimiento del reloj.
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