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miércoles, 2 de enero de 2013

ASTRONOMÍA / ¿QUE PODREMOS VER ESTE AÑO?

Un 2013 con grandes cometas...

ELMUNDO.es / Javier Armentia Ojalá se pudiera predecir con seguridad que un cometa vaya a aparecer por el cielo y convertirse en un verdadero espectáculo. Por más que llevemos unos cuantos años sin un Gran Cometa, a los aficionados a la astronomía no se nos pasan nunca las ganas. Y parece que 2013 puede ser ese año que se recordará en el futuro. Claro que al final podría pasar como en 2011 con el cometa Elenin. Los cometas son así, potencialmente impredecibles, aunque siempre apasionantes. Abran así la agenda de 2013 que les acaban de regalar y apunten fechas, sobre todo a finales de año con el cometa ISONO en primavera con el cometa PanSTARRS. Quién sabe...

A los cometas se les dice que son "bolas de nieve sucias", por su alto porcentaje de hielo de agua, hielo de dióxido de carbono y metano helado que contienen. Estas sustancias volátiles se subliman cuando el cometa se va acercando al Sol, creando una atmósfera que se escapa del núcleo cometario. Es la cabellera o coma que precisamente da nombre a los cometas. Las partículas del viento solar empujan esa cabellera hacia el exterior del sistema, pudiendo llegar a formar colas que se desarrollan por cientos de millones de kilómetros. El mismo arrastre se produce también a material sólido, polvo y pequeños fragmentos de roca y moléculas orgánicas, que se disgregan del núcleo, formando la cola de polvo. A veces las dos colas, la de gas y la de polvo, se abren de forma diferente, un espectáculo bellísimo en el cielo.
Pues bien, ISON puede ser uno de estos grandes cometas, que conforme se acerque al Sol vaya aumentando de brillo (la atmósfera llega a tener miles de km de diámetro, frente a unos pocos km que es típicamente el tamaño del núcleo de un cometa) y desarrollando la extensa cola. Pero no sabemos, ni puede modelarse exactamente, cómo será el proceso ni si se convertirá en un objeto muy brillante. Aquí le vemos en una imagen de hace tres meses, cuando estaba a más de mil millones de km de la Tierra...
Articulo completo en: ELMUNDO.es / Javier Armentia