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martes, 11 de junio de 2024

EL EXTRAÑO MUNDO / A 1.840 AÑOS LUZ DE DISTANCIA

Llamado 'Fenix' que se resiste a perder su atmósfera, los científicos no terminan de entender cómo un planeta que está seis veces más ceca de su estrella de lo que Mercurio lo está del Sol puede seguir conservando su cubierta gaseosa...



Un raro planeta descubierto en 2023 se acaba de añadir ahora a la colección de los más extraños conocidos por el hombre. Se trata de un mundo que debería haber sido reducido hace mucho a una simple roca desnuda y ardiente, ya que se encuentra extremadamente cerca de su estrella, lo que significa que está sometido a una continua en intensa radiación. Pero en lugar de eso, de alguna manera y contra todo pronóstico, este 
exoplaneta ha conseguido desarrollar, y conservar, una gruesa atmósfera a su alrededor. Toda una lección de supervivencia que permitirá a los científicos saber mucho más de cómo pueden los planetas resistir en ambientes tan extremos.

Su nombre oficial es TIC365102760 b, se encuentra a 1.840 años luz de distancia y fue descubierto en 2023, pero recibe el sobrenombre de 'Fénix' por su extraordinaria capacidad para soportar la inmensa cantidad de energía que recibe de su estrella, una gigante roja a la que, dicho sea de paso, no le queda demasiado tiempo de vida. Algún día, cuando el Sol también pase por su fase de gigante roja, nuestro propio mundo podría muy bien parecerse a Fénix. El hallazgo se acaba de publicar en 'The Astronomical Journal'.

«Este planeta -explica Sam Grunblatt, astrofísico de la Universidad Johns Hopkins y director de la investigación- no está evolucionando como pensábamos, parece tener una atmósfera mucho más grande y menos densa de lo esperado para estos sistemas. La gran pregunta es cómo pudo mantener esa atmósfera a pesar de estar tan cerca de una estrella anfitriona tan grande».

'Tan cerca', en este caso, significa que Fénix está unas seis veces más próximo a su estrella de lo que Mercurio lo está del Sol. Es decir, que en buena lógica debería estar, literalmente, achicharrado y desprovisto de cualquier atisbo atmosférico, perdido y arrastrado al espacio hace mucho tiempo por el intenso y persistente viento solar.

Fénix pertenece a una categoría de mundos raros, llamados 'Neptunos calientes' porque comparten muchas similitudes con el gigante helado del Sistema Solar a pesar de estar mucho más calientes y encontrarse mucho más cerca de sus estrellas anfitrionas. Pero este nuevo mundo, 6,2 veces mayor que la Tierra y que completa una órbita cada 4,2 días, es sorprendentemente más pequeño, más viejo y más caliente de lo que los científicos creían posible.

Los autores del estudio piensan que factores como la edad de Fénix, las abrasadoras temperaturas que reinan en su superficie y su densidad inesperadamente baja han contribuido a que el proceso de despojo de su atmósfera se produzca a un ritmo más lento de lo que se creía posible. Los investigadores también han estimado que el planeta tiene 60 veces menos densidad que el 'Neptuno caliente' más denso descubierto hasta la fecha, y que no conseguirá sobrevivir más de 100 millones de años antes de precipitarse en una espiral mortal contra su estrella gigante.

«Es el planeta más pequeño que hemos encontrado alrededor de una de estas gigantes rojas -explica Grunblatt-, y probablemente el planeta de menor masa orbitando una estrella gigante roja que jamás hayamos visto. Por eso parece realmente extraño. No sabemos por qué todavía tiene atmósfera cuando otros 'Neptunos calientes' que son mucho más pequeños y mucho más densos parecen estar perdiendo sus atmósferas en entornos mucho menos extremos».

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