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jueves, 4 de abril de 2024

ASTROBIOLOGÍA / EN LA TIERRA PRIMITIVA

Así se "cocinaron" los ingredientes de la vida, reproducen en laboratorio el mecanismo de 'filtrado' que permitió purificar las moléculas más importantes para el origen de la vida. La clave esta en el calor que fluye a través de grietas en las rocas...



Desde hace tiempo sabemos que los ingredientes básicos de la vida están presentes 
por todas partes en el Universo. Moléculas orgánicas básicas que viajan a bordo de meteoritos, o escondidas en el hielo de diminutas partículas de polvo en las nubes de las que nacen las estrellas, o en los discos protoplanetarios a partir de los que los mundos se forman...

Sin embargo, por nuestra propia experiencia sabemos que no es fácil que esos 'ladrillos' biológicos básicos se transformen en auténticos seres vivientes. Por lo menos no en todas partes.

Ahora, y gracias a los experimentos de un equipo de investigadores de la Universidad de Múnich, sabemos que el calor que fluye a través de grietas en las rocas, como las que se encuentran en los volcanes o los sistemas geotérmicos, es capaz de filtrar y purificar moléculas importantes para los orígenes químicos de la vida. El estudio, que se publica en 'Nature', ofrece por fin una explicación de cómo aquellos primeros componentes básicos pudieron formarse a partir de las complejas mezclas químicas originales.

La formación de biopolímeros y sus componentes marcó un hito en la historia de los orígenes de la vida en la Tierra primitiva. Sin embargo, los mecanismos que hicieron esto posible han resultado imposibles de replicar en laboratorio. A menudo, en efecto, la gran cantidad de subproductos y desechos que se forman a partir de estas reacciones complejas hace que la escasa cantidad de componentes básicos realmente útiles sea irrelevante. Además, ninguno de esos experimentos, demasiado específicos, fue capaz de aislar una amplia gama de moléculas a la vez. En otras palabras, hasta el momento nadie había conseguido idear un método de purificación realmente efectivo y capaz de explicar cómo surgieron las bases bioquímicas de la vida.

Algo que Christof Mast y sus colegas acaban de lograr utilizando una serie de pequeñas cámaras en forma de volcanes, con grietas minúsculas (de apenas 170 nanómetros) para separar más de 50 moléculas relevantes para la vida prebiótica de las mezclas complejas de aminoácidos, nucleobases, nucleótidos y otros compuestos. En la corteza terrestre se pueden encontrar vastas redes de grietas similares, y se cree que también abundaban en la Tierra antes de que la vida existiera. Según el estudio, así fue cómo la 'sopa' de componentes químicos de la Tierra recién formada se filtró y purificó gracias al calor de esas grietas, lo que permitió el aislamiento y enriquecimiento de las moléculas específicas necesarias para 'poner en marcha' el mecanismo de la vida.

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