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martes, 26 de marzo de 2024

TECNOLOGÍA / ¿ADIÓS A LOS COHETES?

El método chino para lanzar naves y satélites al espacio con una ingeniosa catapulta gigante, empleando el electromagnetismo, pretenden poner en orbita todo tipo de objetos espaciales ahorrándose el peso de la primera etapa de propulsión...



El 
aumento del número de lanzadores continúa creciendo cada año y, por el momento, la demanda de las compañías supera con creces la oferta de capacidad de despegue hacia el espacio. Compañías como SpaceX de Elon Musk han conseguido rebajar más del 95% el coste de lanzamiento, según un informe de McKinsey, al mismo tiempo que otras como la alicantina PLD Space continúan apostando por el mismo esquema. Sin embargo, existe una corriente que se encuentra buscando y desarrollando nuevos métodos más económicos a la par de capaces.

Es en este último escenario donde se están moviendo algunas entidades gubernamentales de China, uno de los países que más está apostando por el espacio y en los vehículos hipersónicos en los últimos años. También han obtenido avances importantes en los sistemas de lanzamiento electromagnéticos con los que pretenden equipar sus portaviones para que los cazas levanten en vuelo de forma más rápida y segura.

En la conjunción de ambos mundos aeroespaciales es donde se encuentra el último programa impulsado por la Corporación de Industria y Ciencia Aeroespacial de China —más conocida por sus siglas en inglés CAIC— por el que se pretende enviar naves al espacio de la forma más barata y fiable posible. "La tecnología de lanzamiento electromagnético proporciona una solución prometedora", ha publicado el equipo, liderado por Li Shaowei, en un paper.

Con anterioridad, China ya había presentado algunos proyectos relacionados con este mismo método e incluso avanzado en su diseño, pero nunca consiguieron superar una fase teórica. El objetivo ahora, según explican, es superar estos desafíos. "Ha surgido como una tecnología de frontera estratégica que están aplicando las principales naciones del mundo".

Para ese traslado del plano teórico al práctico, CASIC ha construido 2 kilómetros de pista de levitación magnética de alta velocidad y con hecho parcialmente el vacío en su interior. Se ubica en la zona industrial de Datong (provincia de Shanxi, al suroeste de Pekín) y la instalación permite propulsar un objeto a velocidades cercanas a los 1.000 kilómetros por hora, muy cerca de la velocidad del sonido.

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