Científicos del Gran Sasso utilizan material extraído de las minas de Cartagena hallado en un pecio romano cerca de la isla de Cerdeña.
Jamás los españoles que trabajaron hace 2.000 años en la Sierra Minera de Cartagena-La Unión imaginaron que el plomo que extraían iba a convertirse hoy en material precioso a la caza de neutrinos, con vistas adescubrir la naturaleza más íntima de la materia y comprender su comportamiento en similares condiciones a las de los primeros instantes de vida del Universo. Para desvelar el secreto de los neutrinos que los físicos persiguen desde decenios, se echa mano también de la historia y de la arqueología. Ese plomo, descubierto en una antigua nave romana que naufragó en aguas de Cerdeña, ayudará a desvelar algunos de los misterios del universo.
Tan precioso como el oroEl experimento se realiza en el laboratorio subterráneo más grande del mundo, el de Gran Sasso, el pico más alto de la cordillera de los Apeninos, en el centro de Italia, bajo 1.400 metros de roca. «El plomo moderno está constituido con 210 PB, un isotopo radiactivo que necesita una media de 22 años para reducirse a la mitad su radioactividad. Es decir,cualquier plomo extraído en los últimos decenios tendría radiactividad.Esta ya ha desaparecido en el plomo de hace dos mil años conservado bajo el mar, que para nosotros es precioso como el oro», manifiesta a ABC el físico Antonio D’Addabbo, que participa en este experimento extraordinario para verificar un fenómeno de la física de los neutrinos jamás observado hasta ahora y que, si constituye un éxito, se asegura que sería digno de un premio Nobel.Para los físicos, la nave romana cargada con 2.000 lingotes de plomo,procedente del puerto de Carthago Nova (Cartagena) hundida en un naufragio entre el 80 y 50 antes de Cristo, constituyó un auténtico tesoro. La descubrió casualmente en 1989 un buzo aficionado, Antonello Azori, apasionado del mar y conocedor de las aguas de la isla de Cerdeña, a lo largo de la costa de Oristán, a unos 30 metros de profundidad. Se ha tratado de uno de los descubrimientos submarinos más significativos de los últimos decenios. La nave, de 36 metros por 12, transportaba además de los lingotes de plomo ánforas de diverso tipo y objetos de uso cotidiano. Leer el articulo completo, clic! en el enlace: ABC.es / Ciencia |